Le quemaron sus manitas por robarse una torta en la escuela

  • El niño de 10 años vivía con su madre y su pareja; era maltratado y no le daban de comer, por lo que decidió robarse una torta

MARÍA DE LOS ÁNGELES VELASCO
EXCÉLSIOR/EDOMEX

La pesadilla para Leo terminó después de más de un año de maltrato por parte de su madre Carolina y su padrastro Mario. Ambos fueron detenidos luego de que le quemaran las manos por robarse una torta debido a que tenía hambre.

Leo, de 10 años, vivía con su madre y su pareja en Coacalco, Estado de México. El pequeño era maltratado y no le daban de comer, además estaba amenazado para que no dijera lo que le sucedía.

Sin embargo, Francisco, su abuelito materno, empezó a darse cuenta de que algo le ocurría al menor, pero aunque le preguntaba, él se negaba a decir por miedo.

En cuanto al niño él no se quejaba, él tenía respuestas condicionadas, tenía que dar la respuesta que le instruían a base de miedo, de golpes, de un golpe más severo hacia él. “El castigo era que no le daban de comer o le daban de comer muy poquito. Le preguntábamos si quería comer y decía que así está bien”.

Pero para finales de febrero, Francisco ya no veía al niño cuando lo visitaba en su casa y cuando preguntaba por él le argumentaban que estaba en la escuela, en un curso o dormido.

Por ello, decidió, junto con su pareja, empezar a investigar qué pasaba con Leo. En la escuela le dijeron que tenía varios días de no presentarse y que se había quemado las manos.

Al cuestionar a Carolina lo que había ocurrido, ella aseguró que el menor se había quemado con una olla, por lo que Francisco decidió rescatar al menor de tanto maltrato.

Una vez afuera, el niño explicó que el ultimo día que fue a la escuela tenía mucha hambre y se robó la torta de un compañero. Ese día el maestro le dio la queja al padrastro Mario.

“Mario fue por él en una moto. En la moto le dice al niño que ya lo tiene hasta la madre, que llegando a la casa le iba a quemar las manos para que entendiera, y efectivamente llegando a casa estaba su mamá Caro. Le dijo a la mamá: ‘Le vamos a quemar las manos para que entienda que no debe de robar’. Él se va a la cocina, saca un sartén, lo pone a calentar y Carolina lo abraza con sus piernas y con sus manos, y le ponen las manos e impiden que se zafé. Y le queman primero una mano y luego la otra”, narró el abuelo.

Ahora Leo presenta lesiones graves. Una de sus manos requiere cirugía mientras la otra va sanando. Además, presenta grave grado de desnutrición y daños sicológico.

Carmen Zamora, de la colectiva Feminista Ehecatl y quien ayudó a Francisco, explicó que aunque inicialmente fue detenida la pareja, un juez determinó que su arresto había sido incorrecto, por lo que los dejó en libertad.

Sin embargo, en un trabajo coordinado con la Fiscalía de Delitos de Genero y la policía se logró ubicarlos en Tlalnepantla, la madrugada del pasado viernes, y nuevamente fueron detenidos.

Ahora sólo piden se haga justicia para el pequeño y que el juez considere que las pruebas aportadas son suficientes para fincarles responsabilidad por los daños y maltratos que le causaron a Leo, quien ahora vivirá con sus abuelos paternos.