REDACCIÓN.
AYUTLA, GRO.
Familiares de presos en el Centro de Reinsersión Social (Cereso) de Ayutla, al enterarse de que hay personas sospechosas de tener COVID-19 al interior del penal, acudieron a pedir información, pero sólo les dicen que están bien.
La señora María del Carmen Santana Alonso, esposa de Gildardo Díaz Pérez, desplazado de La Laguna, es una de tantas que acudió al Cereso para saber cómo está su familia, pero el policía encargado de dar información, sólo le dice que está bien y cierra la ventana.
Lo mismo le dice a todas las personas que acuden a solicitar información, para todos es la misma respuesta, todos los reos están bien, a ninguno lo reportan como enfermo.
Otros familiares han tratado de comunicarse vía telefónica con los reos, pero los teléfonos al interior del Cereso ya fueron desconectados, y al no tener comunicación, temen por sus vidas.
María del Carmen Santana agregó que pidió hablar con el director del Cereso, Francisco Javier Wences de Jesús, para saber el estado de su esposo, pero se negó a recibirla.
Ha trascendido que hay como 20 presos que están enfermos, por lo que los familiares piden liberarlos, ya que sus vidas corren peligro. Aseguran que no se les está brindando la atención médica necesaria, ya que dentro del Cereso no hay un doctor que los atiendan las 24 horas, y sólo llevan a uno cuando ya están graves.
Oger Miranda Morales, líder del FNLP, dijo que como organización están pidiendo cumplir el decreto de salud, y que intervenga el Gobierno Estatal y Federal para la liberación de los presos que son vulnerables.
Mencionó que el oficio enviado a Encinas hace algunos días no ha sido respondido, por lo que consideran que si los presos mueren será un delito de lesa humanidad.