REDACCIÓN
MARQUELIA, GRO
Jesús Hernández, quien apenas lleva 10 años como pescador, reconoció que este oficio tiene muchos riesgos. “Cada día que uno va al mar, va con la esperanza de salir con el sustento para la familia, aunque muchas veces no es así, y salimos con las manos vacías”.
“Para muchos, tal vez es un trabajo de ir a quitarle algo al mar, pero a veces el mar también nos quita algo a nosotros, como todos saben, hay veces que nuestros compañeros ‘no la cuentan’, pero es un trabajo digno, aunque sea para irla pasando”, reconoció.
Explicó que durante el tiempo de veda, sus compañeros se dedican a buscar otro tipo de empleo. “Cuando se da la veda, tenemos que buscar otro empleo para poder mantener a nuestras familia, algunos nos dedicamos a la albañilería o otros quehaceres, para poder sacar el pan de cada día”.
Por eso reconoce que el Gobierno Federal los tome en cuenta para entregarles un apoyo. “En estos tiempos del virus, se puso difícil la situación, porque en un principio no recibían el pescado en el Puerto de Acapulco, y pues algunos pararon por esa situación, pero lo bueno es que el Gobierno Federal ya nos contempló para obtener apoyos, aunque sea cada año”.
Al finalizar se dijo orgulloso de tener un empleo digno como el de pescador, “Gracias a Dios tengo este trabajito, aunque cada día que salgo al mar, la familia se queda con el pendiente de si voy a regresar o no… hasta uno tiene ese miedo de no regresar, pero es parte de la vida, tener que llevarles de comer a nuestra gente”.