MIGUEL ÁNGEL SANTOS
OMETEPEC, GRO.
Dorotea Estrada Cepeda, madre de una joven discapacitada en Ometepec, se quejó porque su hija fue censada por un servidor de la nación desde el 2018, y a la fecha no han recibido ninguna respuesta, en cambio, otras personas que apenas fueron censadas ya están recibiendo su pensión.
Recordó que su hija padece de un problema motriz de nacimiento, sin embargo, todavía siguen esperando respuesta de los servidores de la nación.
“Fue censada por primera vez por Maribel Santiago Arellanes, quien le tomó todos los datos y la foto, después pasó otra servidora de la nación de nombre Máxima Hesiquio Álvarez, a quien también se le entregaron copias del acta de nacimiento de Alejandra, mi copia de la credencial de elector y un comprobante de domicilio, hasta la fecha tampoco sabemos nada de los trámites”.
Señaló que anteriormente contaba con la atención médica del Instituto Mexicano del Seguro Social, pero al fallecer su esposo le cancelaron el servicio médico, enviándola al puerto de Acapulco a realizar algunos trámites para que continuara con la atención médica.
A pesar de acudir a las oficinas centrales, no logró que le reactivaran el servicio médico a su hija y en estos momentos sólo le dan paracetamol y naproxeno para calmarle sus molestias, pero el medicamento más importante, la carbamazepina, no se le han podido conseguir.
Por lo anterior, hizo un llamado al delegado federal, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, a los responsables del programa de la Pensión del Bienestar para las Personas Discapacitadas, y principalmente a la diputada local, Nilsan Hilario Mendoza, presidenta de la Comisión para la Atención a Personas Discapacitadas, que vean y atiendan a este sector vulnerable, porque hay muchos casos de personas que han sido olvidadas del apoyo federal.
La familia Estrada Cepeda vive en la calle Prolongación Pípila, en la colonia Lázaro Cárdenas de Ometepec.