El comprador entregó los documentos que lo acreditan como dueño del inmueble
Los hermanos Álvarez Morán nunca estuvieron de acuerdo con el dictamen de la autoridad, argumentando que hubo mucho favoritismo
MIGUEL ÁNGEL SANTOS
OMETEPEC, GRO.
Personal de la Fiscalía y del Ministerio Público acudieron a la calle Benito Juárez, esquina con Pedro Ascencio, en el barrio de la Pila del Monte de Ometepec, para realizar una diligencia, en la cual se entregaría un inmueble que fue asegurado hace unos días, al empresario Juan Carlos Velasco Ambrosio.
En el lugar, el empresario presentó ante las autoridades la documentación que lo acredita como legítimo dueño de la propiedad, en donde comprueba que lo compró hace año y medio a la señora Juana Morán Guzmán, quien falleció hace 7 meses.
El conflicto surgió porque los hijos de la finada: Gerardo, Gabriel y Nelsy, aseguran que nunca se enteraron de esa compraventa, y por ello han defendido el lugar que los vio nacer, que con mucho esfuerzo sus padres compraron.
Al lugar acudieron elementos de Seguridad Pública Municipal y personal de la Policía Ministerial, para resguardar el orden durante la diligencia que encabezó el titular del Ministerio Público, Aurelio Galindo Cano.
La autoridad entró al inmueble con violencia, afectando la puerta metálica de una de las entradas, para permitir el ingreso de estructuras metálicas y polines de madera.
Los afectados dijeron que nunca estuvieron de acuerdo con la decisión del Ministerio Público, y siempre estuvieron señalando que el empresario Juan Carlos Velasco nunca presentó el contrato de compraventa de la casa, ni ha permitido que se conozca los testigos que estuvieron presentes cuando la señora Juana Morán les vendió la casa.
El representante del Ministerio Público ya había finalizado su diligencia, haciendo entrega de la casa habitación al empresario Juan Carlos Velasco, quien ordenó a un operador de una maquinaria pesada que demoliera la casa, pero los hermanos Álvarez Moran, apoyados por familiares y amigos no permitieron la demolición, se colocaron frente a la máquina para impedir que realizar algún movimiento en contra del inmueble.
De esa manera se pudo revertir el dictamen de la diligencia, ya que los afectados siguieron presionando al comprador que presente el contrato de compraventa que hizo con la señora Juana Morán.
Al final acordaron volver a la oficina del Ministerio Público, para que se presenten los documentos que solicitan los afectados, así como a los testigos que estuvieron durante la compraventa, mientras, el inmueble lo volvió a asegurar la Fiscalía.
Cabe señalar que durante el proceso, hubo momentos desagradables en contra de los hermanos Álvarez Morán, ya que los elementos de seguridad municipal y ministerial lo amenazaron e intimidaron con llevarlos detenidos.