* La madre realizó un ritual satánico en su casa en Chimalhuacán; el padre pidió ayuda a la policía, pues le contaron que el niño era maltratado
CARLOS JIMÉNEZ
ESTADO DE MÉXICO
Aquel bebé apenas tenía ocho meses de edad. Su madre no quiso registrarlo y no permitía que su padre lo viera. Por eso, cuando el hombre supo que ella y su nueva pareja maltrataban a su hijo, pidió ayuda a la policía. Sin embargo, fue demasiado tarde: en un rito satánico la mujer mutiló al pequeño y luego lo mató, según ella, para ofrecerlo al diablo.
Agentes de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México que buscaban al niño, catearon la casa donde aquella mujer hizo el ritual, en Chimalhuacán. Y ahí lo hallaron sin vida. También a la mujer vestida completamente de negro.
Un pentagrama pintado en el piso, con la silueta del niño dibujada en medio y algunas veladoras estaban ahí. Libros de tarot y magia, cráneos y demás objetos de brujería fueron hallados en diversos puntos de la casa.
El Dato: El pentagrama es un símbolo que es utilizado en rituales de brujería, pues representa al macho cabrío (el diablo).
De acuerdo con reportes asentados en el expediente NEZ/NEZ/CHI/026/23007/18/01, fue hace un par de semanas cuando un hombre se acercó a pedirles ayuda. Les contó que había tenido un hijo con su expareja, Leticia “L”, pero que ella no le permitía verlo.
Les dijo que fue a su casa para buscarlo, pero ella no le abrió nunca. Y aseguró que los vecinos le habían contado que el niño era maltratado, pues frecuentemente lo escuchaban llorar.
Así, los agentes de la Fiscalía General comenzaron a investigar. Solicitaron una orden de cateo y un juez se los otorgó.
Según el expediente, el domingo llegaron a la casa ubicada en el barrio Tlatel, del municipio de Chimalhuacán, y entraron. Ahí hallaron al niño, sin vida.
Los agentes encontraron también a la mamá del pequeño, Leticia “L”. Su pareja, identificado sólo como Axel, había escapado.
Por los diferentes cuartos de la casa había objetos de brujería. Una jaula colgada desde el techo, figuras del diablo, chivos, cráneos, libros de magia negra… todo estaba en diferentes lugares de la casa.
También estaba la andadera del bebé. Sus tenis azules y una cobija.
Al niño no lo habían registrado. Pero según la madre, al pequeño lo llamaban Belcebú y lo habían mutilado vivo y luego matado porque era una ofrenda para Satanás.
Los agentes ministeriales la llevaron al Ministerio Público y actualmente se encuentra en prisión. El hombre que participó en este rito satánico es buscado por los investigadores.