Mujeres indígenas viven en violencia constante: Élida Cruz
MIGUEL ÁNGEL SANTOS
OMETEPEC, GRO.
Élida Cruz Guillén, síndico procurador de Ometepec, indicó que la violencia es uno de los cánceres más profundos en la Costa Chica, y en Ometepec se visibiliza mucho en la zona indígena y en la zona de pobreza extrema.
Reconoce que el machismo sigue arraigado y es la causa de que el hombre se siente con derechos de mandar, de ordenar, de ser el proveedor económico para la familia, generando un ambiente de violencia familiar, lastimando a su pareja o esposa y a sus hijos. “Desafortunadamente, las esposas se abstienen de denunciar al marido, a la pareja o al novio”.
Precisó que al mes se llegan a atender 10 casos de violencia familiar, en donde se les brinda la asesoría jurídica, el apoyo de una psicóloga y el acompañamiento a las instituciones que se requiera, ya sea derechos humanos, el Ministerio Público o delitos sexuales, ya que los agresores nunca quieren ceder, y cuando las mujeres han sido agredidas varias veces, sólo piden que las dejen en paz.
Subrayó que durante la pandemia aumentó la violencia, debido al hacinamiento: “La desesperación del marido o pareja dentro del hogar, se refleja agrediendo a la esposa y los hijos, una vez más, el machismo tan arraigado que se vive en la Costa Chica, no les permite vivir”.
Zacoalpan, Arroyo y Cumbre de Barranca Honda, son comunidades indígenas en donde la mujer ha sido más humilde, más nobles, más obediente, y por eso, es donde se aprovecha el hombre, generando un ambiente de violencia constante, que afecta a la esposa y los hijos.
Finalmente, consideró que el Día de la Mujer se debe festejar todos los días, ya que la mujer tiene un papel relevante en la sociedad.
“Aparte de ser trabajadora, es ama de casa, esposa, madre, hermana… muchos adjetivos que representan mucha responsabilidad por las funciones que desempeña, es por eso que la sindicatura siempre ha estado preocupada y ocupada en el tema de la violencia hacia las mujeres. Como mujer me preocupa el que se disminuya la violencia”.
OMETEPEC, GRO.
Élida Cruz Guillén, síndico procurador de Ometepec, indicó que la violencia es uno de los cánceres más profundos en la Costa Chica, y en Ometepec se visibiliza mucho en la zona indígena y en la zona de pobreza extrema.
Reconoce que el machismo sigue arraigado y es la causa de que el hombre se siente con derechos de mandar, de ordenar, de ser el proveedor económico para la familia, generando un ambiente de violencia familiar, lastimando a su pareja o esposa y a sus hijos. “Desafortunadamente, las esposas se abstienen de denunciar al marido, a la pareja o al novio”.
Precisó que al mes se llegan a atender 10 casos de violencia familiar, en donde se les brinda la asesoría jurídica, el apoyo de una psicóloga y el acompañamiento a las instituciones que se requiera, ya sea derechos humanos, el Ministerio Público o delitos sexuales, ya que los agresores nunca quieren ceder, y cuando las mujeres han sido agredidas varias veces, sólo piden que las dejen en paz.
Subrayó que durante la pandemia aumentó la violencia, debido al hacinamiento: “La desesperación del marido o pareja dentro del hogar, se refleja agrediendo a la esposa y los hijos, una vez más, el machismo tan arraigado que se vive en la Costa Chica, no les permite vivir”.
Zacoalpan, Arroyo y Cumbre de Barranca Honda, son comunidades indígenas en donde la mujer ha sido más humilde, más nobles, más obediente, y por eso, es donde se aprovecha el hombre, generando un ambiente de violencia constante, que afecta a la esposa y los hijos.
Finalmente, consideró que el Día de la Mujer se debe festejar todos los días, ya que la mujer tiene un papel relevante en la sociedad.
“Aparte de ser trabajadora, es ama de casa, esposa, madre, hermana… muchos adjetivos que representan mucha responsabilidad por las funciones que desempeña, es por eso que la sindicatura siempre ha estado preocupada y ocupada en el tema de la violencia hacia las mujeres. Como mujer me preocupa el que se disminuya la violencia”.