*Surgen denuncias de corrupción de fin del sexenio de Astudillo
Jorge Romero Rendón
ACAPULCO, GRO.
El contralor General del estado, Eduardo Gerardo Loría Casanova, termina el sexenio 2015-2021 como un consumado nuevo rico que demuestra su poder adquisitivo con nuevas propiedades en zonas exclusivas del Acapulco Diamante, coto favorito de políticos locales que van de salida.
De acuerdo con denuncias que presentan documentos originales de dichas operaciones inmobiliarias cuya copia obra en poder de este periodista, el contralor, responsable de vigilar el buen uso de los recursos públicos del gobierno estatal actual, compró el departamento 102 del condominio Bonampak-Mayan Island Playa -ubicado en la fracción de terreno H-44-; así como el cajón de estacionamiento B-102 del mismo, ambos en el fraccionamiento Playa Diamante, por la cantidad de 3 millones 700 mil pesos, pagados al dueño original mediante sucesivas transferencias bancarias y cheques de caja entre el 22 de diciembre del 2018 y el 11 de abril del 2019.
Operación protocolizada mediante escritura pública por el notario público N° 8 de Acapulco, Antonio Pano Mendoza (por suplencia del notario público N° 16, Manlio Fabio Pano Mendoza), el 4 de mayo del 2019.
Además, el 30 de noviembre del 2020, Loría Casanova habría entregado 300 mil pesos a otro particular –según recibo simple en papel bond blanco- “por concepto de anticipo de compra del departamento B-401 del condominio Bonampak del conjunto Mayan Island Playa, ubicado en el lote número H-4-A, fraccionamiento Playa Diamante, en Acapulco”.
Ese anticipo quedó “asentado en el contrato privado de compra-venta celebrado el 30 de noviembre de 2020, entre el vendedor y el Ing. Eduardo Gerardo Loría Casanova”. Operación que sería finiquitada entre fines de noviembre de 2020 y el primer trimestre de este 2021 por una cantidad semejante a la anterior, sumando un total de 7 millones 400 mil pesos.
Aunque de acuerdo con la denuncia presentada por la organización civil Guerrerenses contra la Corrupción, el valor comercial de los departamentos mencionados en el mercado inmobiliario actual sumaría 6 y 8 millones de pesos, respectivamente, según oferta en internet de otros departamentos similares, dando un total de 14 millones de pesos si el contralor decidiera venderlos…
Demandan
investigación
Por otro lado, se señala que a tan sólo año y medio de ingresar como funcionario al gobierno de Guerrero, Loría Casanova adquirió una propiedad ubicada en la calle Punta Bruja número 9, departamento 3, fraccionamiento Condesa.
Los nombres de los particulares que vendieron las propiedades mencionadas se reservan, dado que se trata de acuerdos privados, destacando únicamente la figura del comprador, por ser funcionario público del actual gobierno estatal.
La relevancia del caso estriba en que el monto de las adquisiciones mencionadas en favor de Loría Casanova no corresponde con el salario que percibe como secretario de la Contraloría estatal –un máximo de 120 mil pesos mensuales, más bonos, aguinaldos y estímulos que el gobierno actual le ha otorgado a sus funcionarios, que se manejan discrecionalmente (muchas veces en efectivo) y son confidenciales-, ni con los puestos que ha desempeñado en años anteriores, tanto en gobiernos estatales anteriores como en el municipio de Acapulco.
La denuncia pública de estas operaciones fue difundida por la organización Guerrerenses contra la Corrupción, cuyos integrantes presumen que las cantidades pagadas -7 millones y medio de pesos- tienen un origen turbio, configurando un caso de enriquecimiento ilícito.
Por lo que demandan una investigación “al gobernador Héctor Astudillo Flores, sin menoscabo de la que pueda realizar el Congreso del Estado, a la Fiscalía General del estado, la Fiscalía General de la República, la Unidad de Inteligencia Financiera, así como al Sistema de Administración Tributaria, para deslindar y en su caso fincar responsabilidad penal a Eduardo Loria Casanova”.