* Erwin Vargas Hilario, mejor conocido como “Jairo”, aseguró que fue torturado por elementos de esta corporación, logrando escapar cuando era trasladado a la comandancia
REDACCIÓN
MARQUELIA, GRO.
El ex comisario de Barra de Tecoanapa, Erwin Vargas Hilario, denunció el levantón que sufrió a manos de integrantes de la policía ciudadana de la UPOEG, quienes lo golpearon y le robaron sus pertenencias.
El agraviado señaló que los hechos ocurrieron el pasado sábado 11 de septiembre, cuando se encontraba en un taller de hojalatería, donde le arreglaban una camioneta que traía a su cargo.
El denunciante indicó que un grupo de policías ciudadanos encapuchados y comandados por su comandante, a quien solo identificó con el apodo de “Chucho”, lo torturaron en el mismo taller de hojalatería, ubicado en la localidad de Barra de Tecoanapa.
Asimismo, aseguró que ese mismo día, el grupo de policías ciudadanos detuvieron a otro vecino apodado “El Bolillo”, quien fue torturado y trasladado a la comandancia municipal de esta agrupación.
“Estuve doce días en recuperación a consecuencia de la tortura que sufrí a manos de este grupo de policías, quienes me golpearon en diferentes partes del cuerpo, situación que preocupó a mi familia”.
Debido a esta situación, relató que se tuvo que ir de Marquelia, temiendo por su vida, asegurando que ya tuvo comunicación con su familia, donde les manifestó que se encuentra bien, luego de varios días de estar incomunicado, ya que le robaron su teléfono y su dinero.
Además relató que ese día lo golpearon con sus armas, para después subirlo a una camioneta negra de la policía ciudadana, tirándolo boca abajo. A pesar de los golpes sufridos y el estado de salud en que se encontraba tras la agresión, todavía lo amenazaron con descuartizarlo.
Al ser cuestionado sobre el por qué de estos hechos, el agraviado aseguró desconocer el motivo por el cual sufrió esta agresión a manos de policías ciudadanos.
Sin embargo, señaló que cuando él era trasladado a lo que llamó Casa de Seguridad (comandancia), logró escaparse con la intención de salvar su vida, y a pesar de los dolores que sufría por la agresión, se internó en una tienda de materiales, donde recibió apoyo y evitó ser detenido nuevamente por los policías ciudadanos de la UPOEG.
Ante esta situación, el agraviado, Erwin Vargas Hilario, hace un llamado a las autoridades competentes para que erradiquen estas viejas prácticas por parte de los elementos de la policía ciudadana.
Por último, públicamente hizo responsable al comandante de la policía ciudadana, a quien identificó como “Chucho”, de cualquier agresión física en contra de él o algún integrante de su familia, desechando por el momento su regreso a Marquelia, pues aseguró temer por su vida.