*Trabajadores reprochan que el subsecretario Armando Soto se burle de ellos y se niegue a pagar sus prestaciones
*Les dijo que se fueran marchando al santuario del Señor de Petatlán, pero que ni así les pagarían
ROSARIO GARCÍA OROZCO
SIN/CHILPANCINGO, GRO.
Trabajadores de gobierno que mantienen tomados diferentes edificios públicos en exigencia del pago de salarios y prestaciones, se quejaron porque el subsecretario de Finanzas, Armando Soto Díaz se niega a pagarles lo que, aseguran, les corresponde y se burla de ellos al decirles que «aunque le pidan al señor de Petatlán no se les va a pagar”.
En sus consignas, los trabajadores piden cárcel para quienes provocaron estos pasivos que afectan a toda la burocracia estatal.
Los inconformes lamentaron que en reuniones previas, Soto Díaz les haya dicho que si se les cumpliría con el pago de las prestaciones que les corresponde, y que ahora sólo les diga que no hay dinero para cubrir esos adeudos y que “dijo que aunque nos fuéramos en marcha de aquí a Petatlán y que le pidiéramos al señor de Petatlán que nos pagaran, no nos van a pagar, y eso es el extremo del descaro».
Consideraron que eso ya es el exceso de un trato indigno hacia la fuerza laboral «no se puede permitir que se les trate así a los trabajadores porque independientemente de su categoría, ya sea supernumerarios o de base, son trabajadores del gobierno del estado deben tener los mismos derechos, insistieron.
Mencionaron que el argumento de las autoridades administrativas es que no hay dinero para pagar los compromisos con la base trabajadora, porque el gobierno federal no les ha depositado pero, aseguran que el recurso está etiquetado en el capítulo mil, referente a sueldos y salarios desde el año pasado, de tal manera que no tienen por qué tomarlo para otro rubro, “y nos lo tiene que pagar”.
Del mismo modo, los trabajadores supernumerarios, policías estatales y empleados de otras áreas aseguraron que seguirán con las movilizaciones hasta que el gobierno estatal cumpla con sus compromisos con la base trabajadora.
Las demandas laborales son los pagos de estímulos por antigüedad, el retroactivo, el bono del día del burócrata y el de fin de sexenio entre otras.
“Si no hay solución habrá revolución» gritaron los trabajadores y aseguraron que hasta ahora han sido pacientes, «Pero también debemos responder a las necesidades de nuestras familias y se trata de beneficios que ya nos ganamos y no nos quieren pagar».