* Los alumnos deducen que es un negocio del director porque les mandó un mensaje amenazándolos de que “si meten comida de fuera, les bajaran puntos de buena conducta”
* Los varones denunciaron trato descriminatorio por parte del director, “porque sólo a los que se declaren homosexuales les van a permitir el acceso con cabello largo, los demás tenemos que llevar el pelo corto”
ANI FELICIANDO
MARQUELIA, GRO.
Alumnos de la escuela preparatoria número 34, con sede en la cabecera municipal de Marquelia, denunciaron que el comedor que anunció con “bombo y platillo”, en realidad se trata de un negocio particular del director de la institución, Miguel Candelario Cruz.
Los alumnos denunciantes, quienes solicitaron la omisión de sus nombre por temor a represalias, dijeron que a partir del regreso a clases el director de la prepa le mandó un mensaje intimidatorio para obligarlos a que compren comida en el nuevo comedor.
En el mensaje, que comienza anunciándoles del regreso a las clases presenciales, Miguel Candelario Cruz les advierte a los alumnos: “nadie va a meter comida de fuera. Todo se va a vender en la escuela. Quien meta comida de fuera se bajará puntos de conducta”.
Al respecto de este mensaje, los alumnos de la escuela preparatoria manifestaron: “Estamos de acuerdo que a través de la instalación de este comedor se pretenda traer beneficios para nosotros, pero en lo que no estamos de acuerdo es en que nos pretenda obligar a consumir los alimentos de ese comedor, por varias razones: a veces no nos llenamos, luego no llevan mucha variedad de comidas, solo llevan sopes, tacos de cecina y una que otra vez llevan platillos, además, a la comida solo le bajaron cinco pesos, anteriormente estaba en cuarenta pesos, y ahora nos cuesta treinta y cinco pesos, no es mucha la diferencia y no nos dan alternativas de llevar comida de nuestra casa, a veces no tenemos dinero suficiente y queremos traernos comida desde nuestra casa y si no nos lo van a permitir, ¿qué vamos a hacer?, se supone que el comedor es para ayudarnos en nuestra economía”.
Los alumnos mencionaron que no se les debe obligar a consumir alimentos en el comedor de la prepa argumentando que es para beneficio de la escuela ya que para eso deben de recibir recurso de la Universidad del estado. “Con esta actitud del director, nosotros suponemos que estas medidas solo generan un beneficio económico a sus bolsillos”.
Los afectados mencionan que se debería investigar si esto es así en otras universidades, en donde se impongan las cosas sin tomar en cuenta a los alumnos.
Violación de
derechos
Un grupo de alumnos varones denunciaron que, el caso del comedor estudiantil no es el único abuso que tienen que soportar en la prepa 34, “dentro de la universidad se viola nuestros derechos e identidad ya que existe un reglamento al interior de la escuela que no tiene un trato igualitario para todos los alumnos”.
Explicaron que el profesor Miguel Candelario Cruz tiene un trato preferente para los alumnos homosexuales. “Hace tiempo hubo un problema con los compañeros varones que llevaban el pelo largo a la escuela, argumentando que los hombres deben de llevar el pelo corto y sólo las mujeres el pelo largo, pero dentro de la escuela a los compañeros que son homosexuales se les permite llevar el pelo largo argumentando que es su identidad de género y que los varones que quisieran llevar el pelo largo a la escuela debían de firmar un documento en el cual expresaran abiertamente que son homosexuales y que solo así dejarían que llevaran el pelo largo”.
Los alumnos inconformes manifestaron que dentro de la escuela deberían de procurar un trato parejo entre los alumnos: “se supone que es un lugar de formación para todos, no para unos cuantos”.
Finalmente, sin precisar a detalle todas las anomalías que se registran en la escuela preparatoria número 34, los alumnos entrevistados argumentaron: “Son varias cosas que están fuera de lugar dentro de la escuela, pero a todos nos toca callar, por miedo a que los maestros puedan tener represalias hacia nosotros, pero las cosas no deben de seguir así, sobre todo si se busca proyectar una escuela de calidad, ya que todas las anomalías que se registran, denigran el prestigio de la Universidad de Guerrero.