*A consecuencia de las investigaciones realizadas contra Guerreros Unidos
*El ex fiscal guerrerense conoció los nombres y fotografías de cinco pistoleros que tenían la orden de atacarlo
ROGELIO AGUSTÍN/SNI
CHILPANCINGO, GRO.
El ex fiscal Iñaky Blanco Cabrera reveló que en 2014, el entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez ordenó la integración de un grupo de cinco sicarios para que lo asesinaran, a consecuencia de las investigaciones que derivaron en la detención de integrantes del grupo criminal conocido como Guerreros Unidos (GU).
El pasado martes 5 de abril, el abogado de los padres de los 43, Vidulfo Rosales Sierra, sostuvo que Blanco Cabrera de manera recurrente descalificaba el testimonio de “Juan”, que es Gildardo López Astudillo, testigo colaborador de la Fiscalía General de la República (FGR), porque entre sus aportaciones, se encuentra una en la que sostiene que el ex titular de la Fiscalía General del Estado (FGE) estaba en la nómina del GU.
El ex titular de la FGE, refiere que siempre será cuestionable el hecho de que siendo López Astudillo; alias “El Cabo Gil” o “El Gil”, uno de los principales perpetradores de la desaparición de los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, ahora se le otorguen beneficios, principalmente el de la libertad, al ser un testigo colaborador de la FGR.
Recuerda que la noche del 26 de septiembre de 2014, cuando se conoció lo que sucedía, hacia Iguala se trasladaron los dos vicefiscales, el oficial mayor, todos los peritos, ministerios públicos y policías ministeriales que se encontraban disponibles en Chilpancingo.
Recordó que la FGE a su cargo, desde 2013 inició varias investigaciones en contra de Guerreros Unidos, la cual permitió establecer nombres, números telefónicos, domicilios de algunos miembros y entre otras cosas, la localización de fosas clandestinas en las que se encontraban los cadáveres de personas que estaban en calidad de desaparecidas.
Entre otras cosas, recordó el desmantelamiento de un narco-laboratorio en la colonia San Miguelito, en una acción coordinada con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la entonces Procuraduría General de la República (PGR).
Entre los nombres que se conocieron, a partir de la investigación de la FGE, se conocieron nombres como el de Felipe Flores, quien era el jefe de la Policía Preventiva de Iguala, además de Patricia Soto Abarca, esposa de Mario Casarrubias Salgado y sobrina del ex alcalde José Luis Abarca.
La FGE tenía ubicados los apodos de un jefe de sicarios al que se hacía referencia como “El Mike”, “El Choky” o “El Pelón”, además de los apellidos de los hermanos Benítez Palacios, a quienes se conocía como líderes de “Los Peques” o “Los Tilos”, que eran el principal brazo armado del GU.
Refirió también que se obtuvo el nombre del jefe de sicarios de Pueblo Viejo, Gildardo López Astudillo, a quien se conoce como “El Gil”, “El Cabo Gil”, “El Gallero” o el “Capitán de Capitanes”, quien ahora es testigo colaborador de la FGR.
Los pistoleros
El testimonio del Cabo Gil, insiste en que se encuentra lleno de contradicciones, por eso es que lo cuestiona, pues hay situaciones que ignora o desconoce “a conveniencia”.
Y es donde señala: “A mi un integrante del Grupo de Coordinación Guerrero (GCG) me hizo saber que un grupo de sicarios de Guerreros Unidos, había sido enviado por José Luis Abarca para privarme de la vida”.
Ante la petición de detalles, el abogado Blanco Cabrera expone: “Un integrante del Grupo de Coordinación me hizo entrega de un texto que habían interceptado, así como de unas fotografías de las personas que habían sido comisionadas para ese efecto”.
Indicó que el asunto ya fue declarado ante la FGR, por lo que se inició la investigación correspondiente.
“En aquel entonces iniciamos una indagatoria sobre el particular, me dijeron que era un grupo de cinco individuos y me entregaron las fotografías de los mismos”, anotó.
Respecto a la causa de que se generara dicha orden, Iñaky destaca: “Fue por el hecho de que estábamos nosotros investigando a Guerreros Unidos, incluso desde mucho tiempo antes de lo ocurrido en Iguala, con especial referencia al ex presidente municipal, José Luis Abarca Velázquez”.
Indicó que la investigación quedó pendiente, se hizo saber a la FGR y actualmente, es uno de los cabos sueltos que existen respecto a las indagatorias que pesan sobre el GU.