*El secretario general de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez da la bienvenida al nuevo obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa
*«Nada al margen de la ley», sostuvo el responsable de la política interna en la entidad
ROGELIO AGUSTÍN/SNI
CHILPANCINGO, GRO.
El Gobierno de Guerrero ratificó su postura de no tener ningún acercamiento con el crimen organizado, como lo plantea el ahora ex obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, quien esta semana entregó la sede Diocesana en manos de monseñor José de Jesús González Hernández.
Ludwid Marcial Reynoso Núñez, titular de la Secretaría General de Gobierno, manifestó su respeto al ahora ex obispo Rangel Mendoza, quien durante los últimos días reiteró su llamado a que las autoridades busquen el diálogo con los grupos del crimen organizado, para pacificar al estado de Guerrero.
Dio la bienvenida al nuevo obispo José de Jesús González, y se pronunció a favor de mantener una relación de respeto.
En lo que fue enfático, es en la postura de no tener ningún acercamiento con los grupos del crimen organizado, como plantea con insistencia el ex obispo de Chilpancingo.
«Nada al margen de la ley», sostuvo el responsable de la política interna en la entidad.
Reynoso Núñez, señaló que la administración estatal no compartió la forma en que el obispo Salvador Rangel Mendoza llevó el tema de la delincuencia organizada.
En entrevista, el funcionario estatal mencionó que hubo una clara diferencia entre lo que planteaba el líder católico y la política del Gobierno del estado, «siempre marcamos una diferencia y lo seguiremos haciendo».
Señaló que el Gobierno estatal continuará con la política que implementó desde el inicio y no consideran necesario ni conveniente entablar acercamientos con grupos delictivos.
«Es su estilo, no compartimos el tema de cómo se estuvo manejando el tema de la delincuencia, hay una muy clara diferencia entre lo que el Gobierno del estado está haciendo y lo que el obispo proponía», señaló.
Este martes termina el obispado de Salvador Rangel Mendoza después de seis años al frente de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, tiempo en el que se caracterizó por gestionar negociaciones entre grupos delictivos y gobierno, logrando, según su versión, establecer espacios de paz en comunidades y que personas no fueran asesinadas.
Desde el inicio de la administración estatal en octubre del año pasado, el Obispo solicitó un encuentro con la gobernadora Evelyn Salgado Pineda para hacerle planteamientos relacionados con el diálogo entre autoridades y delincuentes, el cual no se dio.