ALBERTO GÓMEZ/RÉPLICA
CHILPANCINGO, GRO.
Familiares y pacientes de hemodiálisis que reciben sus tratamientos en clínicas del ISSSTE de Chilpancingo, cerraron con cadena y candado el acceso principal para denunciar que los directivos están creando dos clínicas «patito», mismas que no cuentan con la infraestructura y equipamiento necesario.
Desde las 10 de la mañana, unas 30 personas entre derechohabientes que padecen insuficiencia renal y familiares, se concentraron al exterior de la clínica para llevar a cabo la protesta.
Previo a la manifestación, los inconformes fueron atendidos por personal de la Subsecretaría General de Gobierno, a quienes le informaron la situación y solicitaron la intervención de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda para solucionar el problema.
Media hora después, una comisión de afectados, acompañados por el representante del Gobierno, ingresaron al hospital para solicitar una reunión con los directivos y hacerle saber su rechazo al cambio de clínica que pretenden hacer.
Una vez al interior, los derechohabientes cerraron la puerta de entrada, impidiendo la entrada y salida de los trabajadores y usuarios.
El señor Jesús Hernández Malagón denunció detalló que solo en la zona Centro existen 150 pacientes que están siendo canalizados a dos clínicas en Chilpancingo y Acapulco, pero aseguraron que no están certificadas y no cuentan con la infraestructura, equipamiento necesario, higiene, ni mucho menos con personal para sus tratamientos, lo cual pone en riesgo su vida.