OSCAR GUERRERO
AMAPOLA PERIODISMO
La señora María Engracia Guerrero López denunció que su hijo Jesús Antonio Moyao Guerrero cumple cuatro meses de desaparecido y la Fiscalía no realiza su búsqueda a pesar de que ella ha aportado datos para que lo localicen.
En una conferencia de prensa que ofreció en las oficinas del Colectivo de Desaparecidos y Asesinados “Guadalupe Rodríguez Narciso” ubicadas aquí en Chilpancingo, Guerrero López contó que ella se vio obligada a salirse de Chilapa ante posibles amenazas que pudiera tener.
Jesús Antonio Moyao, de 29 años de edad, fue privado de su libertad por tres hombres armados el 23 de febrero de este año cuando trabajaba en una camioneta Urvan de transporte público de la ruta Centro-San Juan, en Chilapa.
Por versión de algunas personas es de que el transportista fue interceptado por una camioneta negra de donde descendieron tres sujetos armados. Después de someter a Moyao Guerrero lo subieron a la unidad.
“Yo le hablé a su teléfono celular alrededor de las 3 de la tarde para saber cómo estaba y mi hijo me contestó que estaba bien y que no me preocupara”, contó la mamá del desaparecido.
Pero después de las 4 y media de la tarde de ese mismo día doña María Engracia recibió una llamada de su nuera preguntándole si su hijo se había ido a su casa porque el dueño de la combi de transporte de nombre Francisco le había dicho que había abandonado el vehículo y que si no se escondía por ahí.
Además el mismo concesionario de la unidad de transporte acusó a su hijo de haberse llevado el dinero de la cuenta del cobro del pasaje. «Desde ese día no he sabido más de mi hijo y la Fiscalía no lo busca», dijo Guerrero López.
El mismo 23 de febrero la mamá del desaparecido acudió a la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común de Chilapa para presentar la denuncia pero las oficinas estaban cerradas y en la policía ministerial dijeron que no tenían detenido a su hijo.
Al otro día doña María Engracia acudió al Ministerio Público en donde se negaron recibirle la denuncia bajo el argumento de que esos casos (las desapariciones) se presentan ante las oficinas de la Fiscalía General, ubicadas en Chilpancingo.
«Nos recibieron la denuncia el 24 de febrero y ocho días después la Fiscalía emitió la ficha de la desaparición de mi hijo y desde ese momento supe que las autoridades no iban actuar para investigar y localizar a mi hijo», señaló Guerrero López.
Señaló que en la denuncia que presentó dio los nombres de dos testigos; uno de ellos es el dueño de la unidad de transporte público quien sólo ha dicho que su hijo andaba en la combi y que la había dejado abandonada en la comunidad Flor Morada que es el último punto de esa ruta.
En esta zona de Chilapa en la que ocurrió la desaparición de Moyao López es donde opera el grupo criminal de «Los Ardillos».
Un familiar del chofer desaparecido y que por razones de seguridad pidió que se omitiera su nombre, señaló que dos agentes ministeriales fueron a su domicilio para preguntar si ahí vivían los dos testigos.
“Yo les dije que no y uno de los agentes me dijo que no encubriera a nadie y eso para mí fue un acto de intimidación porque estaban buscando a los testigos en la casa de la víctima”, expresó.
Dijo que la Fiscalía tiene las sábanas de las últimas llamadas telefónicas que recibió su hijo pero que no les quieren dar ninguna copia.
La madre del desaparecido denunció que a cuatro meses de la desaparición de su hijo la Fiscalía no ha realizado ninguna búsqueda.
“En la Fiscalía nos han dicho que no realizan ninguna búsqueda porque en Chilapa está muy peligroso y por eso no van”, afirmó Guerrero López.
La organización del colectivo de desaparecidos Siempre Vivos que dirige el profesor José Díaz Navarro, asegura que la organización criminal de Los Ardillos es la responsable de decenas de desapariciones y asesinatos que se han registrado en Chilapa en los últimos ocho años.
Señala que este grupo también controla los municipios de Tixtla, Zitlala y Ahuacuotzingo, el primero gobernado por Morena y los otros dos por el PRD.