*Con el estallido de la huelga se calcula que alrededor de 25 mil trabajadores dejarán de laborar y de percibir ingresos mientras dure el conflicto
AGENCIAS
CIUDAD DE MÉXICO
Integrantes del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) iniciaron una huelga en Telmex por primera vez desde 1985, cuando esta compañía aún era propiedad del Estado.
Ahora 37 años después y con la compañía propiedad de Carlos Slim Helú, las banderas rojinegras ya ondean en las oficinas de Teléfonos de México. Los agremiados afirman que están defendiendo su Contrato Colectivo de Trabajo de los supuestos cambios que quiere hacer la dirección y, después de negociaciones infructuosas, el paro de labores comenzó este jueves.
“Por la falta de acuerdos y la no voluntad política de la empresa, el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, en el marco de la Asamblea Nacional de Representantes, votó este martes 19 de julio el estallamiento a huelga (…) para este 21 de julio del año en curso”, dijo el sindicato en un comunicado
Por su parte, Telmex pidió en un comunicado dirigido a sus trabajadores de confianza que salgan de las instalaciones de manera ordenada y respetuosa antes del mediodía del jueves. Asimismo, les pidieron llevarse consigo efectos personales y estar atentos a la información en las próximas horas.
El conflicto
Para entender el conflicto, hay que remontarse a 1990, cuando el gobierno vendió Teléfonos de México a Carlos Slim y otros inversionistas. Según el acuerdo, los nuevos accionistas se comprometían a respetar los derechos laborales adquiridos por los trabajadores y que estaban plasmados en su contrato colectivo de trabajo.
Entre esas obligaciones para la compañía, estaba aportar al Fondo de Jubilaciones y Pensiones (FJP), al cual el gobierno ya no le había inyectado recursos.
Fuentes consultadas señalan que entre 1990 y 2010 Telmex aportó continuamente al FJP de Telmex, pero en el año 2011 tomó la decisión de ya no inyectarle recursos.
Por tal motivo, el saldo actual es de sólo 162 mil millones de pesos, por lo que existe un déficit de 111 mil millones debido a que la empresa dejó de realizar aportaciones al FJP a partir del año 2011 y hasta la fecha.
En 2018, Telmex solicitó formalmente la desaparición del fondo y empezó el actual conflicto del sindicato.
Actualmente, Telmex tiene alrededor de 38 mil jubilados a los que les paga pensiones, 32 mil sindicalizados y 6 mil de confianza; el costo aproximado es de 30 mil millones de pesos anuales.
Una de las alternativa consideradas por Telmex es lo que ha llamado la “pensión de complementariedad”, que consiste en la intención de aportar un porcentaje adicional a la pensión que el trabajador obtenga al momento de su jubilación por medio de su Administradora de Fondos de Ahorro para el Retiro (Afore), pero ya no hará más aportaciones al Fondo de Jubilaciones y Pensiones,, mediante el argumento de que en los años siguientes se incrementarán las aportaciones patronales a las cuentas individuales de los trabajadores. Mientras tanto el conflicto con el sindicato se mantiene y sube de intensidad.
El emplazamiento a huelga también se deriva por el congelamiento de alrededor de 1,942 plazas que Telmex ha realizado desde hace al menos tres años; el sindicato alega que este número de trabajadores debieron ser contratados desde entonces pero que la compañía no accede, argumentando altos costos laborales.
Con el estallido de la huelga se calcula que alrededor de 25 mil trabajadores dejarán de laborar y de percibir ingresos mientras dure el conflicto. Además, todo el personal jubilado tampoco recibirá sus pensiones.