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Mayares: la venta de periódicos y revistas y su verdugo el internet

*Recuerda que iniciaba a las 5:00 AM y terminaba a medianoche

*Las ventas ya se cayeron hasta un 20 o 30 por ciento, se queja

*Con 62 años en esto mi sangre ya es negra, por la tinta, expresa

BALTAZAR JIMÉNEZ ROSALES
ZÓCALO/CHILPANCINGO, GRO.

Con alrededor de 62 años dedicados a la venta de periódicos y revistas en Chilpancingo, 58 de los cuales han sido por cuenta propia, César Mayares Armenta ha sido testigo del auge que tuvo esta actividad desde los años 60 hasta que hace poco más de 10 años el internet y las redes sociales vinieron prácticamente a terminar con esta labor que en aquellos años comenzaba a las cinco de la madrugada y terminaba al filo de la medianoche.

La nostalgia e incluso la tristeza se refleja en sus ojos y en su voz cuando incluso expresa que la venta de periódicos y revistas en Chilpancingo “ya es una especie en extinción” y lo demuestra al hacer una comparación de lo que vendía en lo que llamó la “época dorada” de esta actividad, con lo que actualmente vende: en esos días me llegaban cada quince días camiones de hasta ocho toneladas repletos de periódicos y revistas y se acababan a los pocos días…la venta se cayó hasta un 20 o cuando mucho 30 por ciento”.

Ya 62 años…

Fue en los años 60 cuando Mayares, cómo lo conoce todo Chilpancingo llegó proveniente de su natal El Guayabal, municipio de Tecpan de Galeana, región de la Costa Grande, a vivir con su padrino Venancio Ramírez, quien precisamente se dedicaba a la venta de periódicos y revistas, negocio al cual se incorpora como empleado. Después emigran a esta capital del estado sus señores padres.

A los pocos años de haber llegado a Chilpancingo, aprendido el oficio, se adentra por cuenta propia en el comercio de periódicos y revistas, por lo cual él calcula que lleva alrededor de 58 años dedicados de lleno a esta actividad de forma ininterrumpida (todos los días) hasta que hace poco más de dos años la pandemia del coronavirus lo obligó a cerrar los domingos y los días festivos: “la venta era todos los días, de lunes a domingo, abríamos a las cinco de la mañana y cerrábamos a las 10 u 11 de la noche”.

Todos los días,

todo el día…

Entrevistado en su puesto de periódicos y revistas “Publicaciones Ely-Mar”, ubicado en “Los Portales” de la plaza cívica “Primer Congreso de Anáhuac”, recuerda que en aquellos años de las décadas de los 70’s, 80’s, la jornada laboral iniciaba a las cinco de la mañana porque a esa hora llegaban los periódicos de Acapulco y de Iguala, entre ellos “El Sol de Acapulco”, “El Gráfico”, “Novedades Acapulco”, “Diario 17”, “El Trópico”, “El Suriano”, “El Correo”, “Revolución”, “Acción”, “Diario 21”, entre muchos otros, mientras que a las 13:00 horas arribaban los nacionales como “Excelsior”, “Universal”, “Esto”, “Ovaciones”, además de las diferentes revistas tanto de política, como “Proceso”, “Quehacer Político”, “Lea”, “Siempre”, y de Espectáculos como “Notitas Musicales”.

En tanto, de los periódicos locales, recuerda al “Diario de Guerrero”, que siempre ha sido el de mayor venta y circulación, así como “El Sol de Chilpancingo”, “Expresión Popular”, “Palabra” y posteriormente “Pueblo” y a mediados de los 90 “Vértice”.

Incluso menciona que mientras que sólo en la capital del estado llegaron a circular hasta ocho periódicos diarios, a nivel estatal llegaron a ser 21: “Incluso el Diario 21 se llama así porque en esa época eran 21 diarios los que se editaban en Guerrero”.

Mayares habla de que “en aquella época, sí era negocio vender “El Diario de Guerrero”, “El Sol de Chilpancingo” o “Expresión Popular”, pero ahora por culpa del internet y de las “redes sociales” la venta se cayó hasta un 20 o 30 por ciento.

De los periódicos “nacionales”, es decir, los editados en la Ciudad de México, que por cuestiones del transporte llegaban a la una de la tarde, aproximadamente, en ese entonces le enviaban más de 500 ejemplares de “Esto”, “La Prensa”, “Ovaciones”, “Universal” y “Excélsior”, porque “La Jornada” y “Reforma” son prácticamente nuevos en comparación con aquellos. De todos ellos, era el “Esto” el que más se vendía, mientras que por parte de los de información general “Universal” y “Excélsior” eran los de mayor circulación, en tanto que el “Uno más Uno” y “La Crónica” era de relleno.

De las revistas de mayor venta, Mayares apunta “Quehacer Político”, “Proceso” y “Por qué”, en tanto que de las de espectáculos las más requeridas por el público eran “TV y Novelas”, “Vanidades”, “Buen Hogar”, “Cosmopólitan”, “Notitas Musicales”.

“Eran muchísimas las revistas que había en ese entonces, con decirte que el día que salía la de “Kalimán”, me llegaban bultos de 400 ejemplares y no alcanzaban; “Lágrimas y Risas”, “La Novela Semanal”, esa fue la época dorada, era negocio, pero también eran jornadas de todo el día, porque abríamos los locales a las cinco de la madrugada y cuando el “Cine Guerrero” tenía funciones de “medianoche”, cerrábamos hasta la una o dos de la mañana.

La debacle…

Al hablar de la debacle de esta actividad, Mayares señala que la venta de periódicos y revistas comenzó a extinguirse hace poco más de 10 años, con el ingreso del internet y de las “redes sociales” a grado tal que las ventas se cayeron hasta un 20 o 30 por ciento. “Somos una especie en extinción, es algo grave; antes sin exagerar me llegaban camiones de ocho toneladas de periódicos y revistas y en 15 días un mes se terminaban.

De los periódicos locales, reconoce es el Diario de Guerrero el que se sigue vendiendo…pero aquí estamos, no nos queda de otra más que seguirle, ¿para dónde vamos?, tenemos que subsistir, porque ya con toda la vida vendiendo periódicos yo no tengo la sangre roja, la tengo negra, por la tinta…esa es la situación”, finaliza.

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