Acusa a sus hijas por maltrato, amenazas e intento de despojo, en San Luis Acatlán
YONATHAN BAUTISTA
SAN LUIS ACATLÁN, GRO.
Santiago Vázquez Rosas, de 87 años, denunció a sus hijas María Elena Vázquez Juárez y Minerva Vázquez Vivanco, por maltrato y agresiones físicas y verbales.
Indicó que este martes 9 de agosto, su esposa, Reveriana Juárez Vivanco, y su hija María Elena Vázquez Juárez, no le permitieron entrar a su casa ubicada en calle Hermenegildo Galeana, en el barrio de San Miguel, de esta cabecera municipal.
_¿Por qué no le permitieron el acceso a su casa?
_Desde el 2017 existe un problema familiar con mis hijas que intentan despojarme de mi vivienda, argumentando que la casa les pertenece y han involucrado a mi esposa, poniéndola en mi contra.
_¿Es usted dueño legítimo del terreno?
_Así es, el terreno donde está la casa me lo heredó mi madre, Guadalupe Rosas (finada), y allí construí, yo cuento con el documento de herencia que me dio mi madre y el acta de adjudicación del terreno, el documento de compra-venta.
_¿Menciona que ha sido constante el problema que es lo que han hecho para resolverlo?
_Sí, ha sido una situación tan difícil que en verdad yo ya no aguanto, yo le he dicho a mi esposa, Reveriana Juárez Vivanco, que para que no estemos peleando, que vendamos la propiedad y yo le doy a ella la parte que le corresponde por ser mi esposa, pero ella está siendo manipulada por nuestros hijos, los antes mencionados.
Incluso ya ha habido hacia mi persona amenaza de muerte de parte de ellas, ya hemos acudido en diferentes ocasiones a la CRAC para un careo, pero solo una vez se presentaron y se negaron a firmar el acta de acuerdos.
Existe una restricción por parte del juez para que mis hijas no me molesten, pero veo que no entienden. Hemos ido a otras instancias y con otras autoridades pero esto no se ha podido resolver.
_¿Algún mensaje que desee agregar?
_Yo quiero hacer pública esta denuncia y decirles que hago responsable a mis hijos, María Elena Vázquez Juárez y Minerva Juárez Vivanco, de lo que pueda ocurrirme, temo por mi vida porque me han amenazado en reiteradas ocasiones.