*Fredid Román sí estaba bajo amenazas, revelan familiares
*El periodista exigía una base de la Policía Estatal en Buenavista por los problemas de inseguridad en la región, lo cual podría ser el origen del crimen
*A pesar de las amenazas, Fredid no tomó mayores precauciones porque consideraba que no tenía nada que temer dado que no había cometido ningún ilícito
QUADRATÍN
ACAPULCO, GRO.
El grupo delictivo Los Ardillos asesinó al periodista Fredid Román Román, acusó su sobrino Pedro Román, en entrevista radiofónica con Ciro Gómez Leyva.
Pedro Román dijo que su tío el periodista Fredid Román le reclamó por el asesinato de su hijo Bladimir al jefe de la plaza de El Ocotito, a quien identifico como David Barrientos.
Bladimir Román, hijo del periodista, era distribuidor de pollo y fue asesinado a balazos el pasado 1 de julio, cerca del mercado de El Ocotito, municipio de Chilpancingo.
El presunto delincuente le respondió al periodista que acabaría con toda su familia y que el siguiente sería él, por haber pedido la instalación de una base de la Policía Estatal o de la Guardia Nacional en El Ocotito, que según denunció Pedro Román, nunca quiso mandar el gobierno.
En entrevista telefónica en Grupo Fórmula reveló que incluso su tío Fredid Román fue interceptado en dos ocasiones por presuntos sicarios de Los Ardillos, quienes lo amenazaron de muerte.
Luego de las declaraciones del sobrino de Fredid Román, fuentes allegadas al periodista asesinado lo desautorizaron y dijeron a Quadratín Guerrero que no cuenta con el permiso de la familia para hablar en su nombre.
El periodista Fredid Román fue asesinado la tarde de este lunes 22, en la calle Prolongación Valerio Trujano de la colonia Progreso, cerca del Centro de la capital del estado y a unos 200 maestros de uno de los accesos a la 35 Zona Militar.
Fue velado este martes en su domicilio en la comunidad de Buenavista de la Salud, en donde sus familiares exigieron justicia a la Fiscalía del estado.
El cuerpo de Fredid fue trasladado esta madrugada de Chilpancingo a su domicilio en Buenavista. La casa tiene vigilancia permanente de elementos de la Policía del estado, y hay rondines del Ejército y de la Guardia Nacional.
Sí estaba
amenazado
A 24 horas de los hechos, sus familiares señalaron que las autoridades sólo les han informado que los asesinos fueron dos sujetos que se trasladaban en una motocicleta, quienes interceptaron a Fredid cuando salía de sus oficinas en Chilpancingo, después de escribir su columna diaria.
Uno de sus familiares que pidió el anonimato por cuestiones de seguridad, señaló que Fredid fue amenazado por teléfono hace 30 días, amenaza que fue contra toda su familia.
Indicó que Fredid exigía una base de la Policía Estatal en Buenavista por los problemas de inseguridad en la región, lo cual podría ser el origen del crimen.
«Él fue amenazado de muerte, fue amenazada la familia. Él nos platicó que recibió amenaza, él en su teléfono celular para él y para toda la familia hace 30 días (…) él se preocupaba por una base de la Policía Estatal aquí en el valle, por la seguridad del valle, de ahí viene», señaló.
El familiar indicó que a pesar de las amenazas, Fredid no tomó mayores precauciones porque consideraba que no tenía nada que temer dado que no había cometido ningún ilícito.
Línea de
investigación
El martes, la Fiscalía informó que una de las líneas de investigación del asesinato está ligada al asesinato del hijo de Fredid, Bladimir Román, el cual ocurrió el 1 de julio en Ocotito, al respecto, el familiar reclamó que la dependencia haya difundido esa información que debió estar en secrecía, tanto por el propio proceso legal y porque los deja en estado de vulnerabilidad.
«Probablemente se están queriendo lavar las manos queriendo desviar la información. Nos deja vulnerables por la situación que se vive (…) Aquí en el valle la familia tiene temor, estamos rodeados de células delincuenciales que todo el mundo conoce», dijo.
«Exigimos que se haga justicia, no podemos quedarnos con los brazos cruzados, probablemente las declaraciones que se hagan pueden causar mella, puede que suframos otro atentado, estamos expuestos porque estamos en la calle, estamos trabajando, pero ni podemos quedarnos con los brazos cruzados».
