*Con el apoyo de sus cuñados Los Cuinis, Nemesio Oseguera Cervantes tomó el control del cártel
JORGE MARTÍNEZ
MILENIO/CDMX
El 9 de marzo del 2012, Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, quedó como líder absoluto del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Ese día, Erick Valencia Salazar, El 85, su socio fue detenido en Zapopan, Jalisco, durante un enfrentamiento con autoridades federales, pero de acuerdo con reportes oficiales, Nemesio Oseguera, lo habría entregado al gobierno.
Esa supuesta traición ubicó a El Mencho en la cúspide del grupo criminal que ambos fundaron tras la muerte del narcotraficante sinaloense Nacho Coronel, el 29 de julio del 2010, durante un enfrenta con militares, en Zapopan.
Sin embargo, Nemesio Oseguera tenía un as bajo la manga. Con el apoyo de sus cuñados Los Cuinis, tomó el control del CJNG, para ello, entregó a las autoridades a su socio Erick Valencia Salazar.
Pero la suerte le volvería a sonreír a El Mencho. Su principal enemigo, Ramiro Pozos González, El Molca, líder de La Resistencia, fue capturado en septiembre del 2012, en Metepec, Estado de México.
Con su socio Erick Valencia Salazar y su rival El Molca tras las rejas, Nemesio Oseguera Cervantes encontró la oportunidad para incrementar la presencia de su cártel por varios estados del país.
El CJNG pasó de reinar Jalisco a ganar terreno en Veracruz, Michoacán, Zacatecas, Colima, Guanajuato, Baja California y parte de Nayarit.
Sin embargo, en 2017, Erick Valencia Salazar recobró su libertad por violaciones al debido proceso y por falta de pruebas.
En un intento por cobrar venganza contra El Mencho por su traición, El 85, se sumó al Cártel Nueva Plaza, fundado por Carlos Enrique Sánchez, El Cholo, quien abandonó las filas del CJNG por una supuesta traición de Oseguera González.
Sin embargo, el 19 de marzo del 2019, El Cholo fue asesinado por sicarios del CJNG, y su cuerpo abandonado en una banca del centro del municipio de San Pedro Tlaquepaque, quedando Erick Valencia Salazar como líder del Cártel Nueva Plaza, que sigue operando en las faldas del cerro del cuatro, en Tlaquepaque, Jalisco.
El gobierno de Estados Unidos ofrecía 5 millones de dólares por información que llevara a su captura, ya que es acusado de conspirar para distribuir cocaína.