*Trabajos terminan destruidos en Cruz la Villa en Iliatenco, otro caso en Melchor Ocampo, municipio de Alcozauca
LETY CUCHILLO
GRÁFICO DE GUERRERO
La ocurrencia, la falta de planeación y la contratación de mano de obra no calificada han originado la destrucción del pavimento de los Caminos Artesanales en la Montaña y la Costa Chica de Guerrero; un programa implementado por el Gobierno Federal en su idea por apaciguar el hambre y la necesidad de las poblaciones indígenas de 23 municipios de la entidad.
Como resultado de las últimas lluvias, las obras de pavimentación han sido destruidos, dejando en evidencia la mala calidad de los trabajos, convirtiéndose en un fracaso más del gobierno federal, tal como también ocurrió en el estado de Oaxaca.
Los caminos en Cruz la Villa en Iliatenco y Melchor Ocampo en el municipio de Alcozauca son dos claros ejemplos de las inconsistencias estructurales que presentan las obras que fueron construidos por mano de obra local y sin experiencia.
Lo grave de todo esté asunto es que son más mil millones de pesos los que en este primer año se aplican en la construcción de 66 caminos rurales artesanales en Guerrero, dinero que en varios lugares se fue con las lluvias, con obras de mala calidad que han quedado completamente destruidas.
En su mayoría los trabajos ya estaban concluidos, o bien presentaban un avance importante y ahora con las lluvias han quedado reducidos a desechos materiales.
Cabe recordar que en la visita del Presidente de la República a territorio guerrerense, Andrés Manuel López Obrador supervisó de manera personal algunos de los trabajos en los municipios de Iliatenco, Tlacoapa y Malinaltepec, del total de los 23 municipios beneficiados con una inversión federal de mil 84 millones de pesos.
Representando una inversión histórica de la que muchos se han aprovechado, al existir señalamientos de corrupción y complicidades para disminuir aún más la calidad de los materiales, generando una ganancia entre los comités, autoridades municipales y los ingenieros contratados para la supervisión de los trabajos, es el caso de Tlalixtaquilla en donde la venta y robo de cemento fueron denunciados por ciudadanos.
Sin embargo de acuerdo a los lineamientos del programa solamente se debe contratar mano de obra local, y de esa manera, hombres y mujeres participan en la edificación de sus caminos y lo hacen como Dios les da a entender, pues no tienen experiencia en el ámbito de la construcción, pero el objetivo es generar una derrama económica en la localidad y eso no está a discusión.
Lo cierto es que la pavimentación de los caminos en su mayoría han quedado reducidos a ruinas en la Región de la Montaña de Guerrero, una de las zonas más vulnerables y complejas del país por el tipo de suelo.
Cabe agregar que para poder ser contemplados como caminos artesanales, éstos deben tener por lo menos unas cuantas piedras, mismas que en algunos casos fueron transportados desde otro sitio, porque resulta que en la comunidad beneficiada no lo había; una piedra que solamente sirve de adorno y que en nada ayuda a evitar que las lluvias arrastren el pavimento.
Puntualizar que en la ejecución de los caminos de acuerdo a las reglas de operación se aplica mano de obra local, es decir sin experiencia, originando obras de mala calidad, que han terminado por destruirse, incluso antes de ser utilizados.