* Pastizales para el alimento del ganado en la región, crecen favorablemente debido a la buena temporada de lluvias
OLIVIA ORTIZ
GRÁFICO DE GUERRERO
Como una forma de hacerse llegar algunos recursos económicos que les permita resolver sus necesidades básicas, pequeños ganaderos de Tierra Caliente se dedican a la elaboración de queso, que son sometidos a un proceso para que pueden durar varios meses en buen estado, expresó el representante del Movimiento Antorchista en la región, Margarito Barrera Alvear.
El queso, producto de la ordeña del ganado, ha dado un plus a la economía de los campesinos y pequeños ganaderos de la región, que se ha visto deteriorada debido a las pocas fuentes de empleo y al nulo apoyo del gobierno federal y estatal, pues los diversos programas que motivaban la producción agropecuaria, fueron eliminados por el gobierno de la Cuarta Transformación.
Los habitantes de Tierra Caliente que se dedican a la agricultura y la ganadería, tienen que ingeniárselas para obtener, a través del trabajo, el sustento de sus familias, “afortunadamente las buenas lluvias de la temporada han favorecido la producción de maíz y de sorgo, por lo que, los pastizales para el alimento del ganado, han crecido favorablemente”.
El queso lo hacen en moldes del tamaño de un ladrillo y lo dejan secar y dura varios meses sin echarse a perder; los quesos mexicanos genuinos, en su mayoría artesanales, elaborados con leche fluida, de vacas o cabras, generalmente hechos con leche cruda y con el empleo mínimo de aditivos, como sal y cuajo, poseen una fuerte raíz histórica, ya que se elaboran desde tiempos coloniales o datan de algunas décadas.
Los quesos típicos de Tierra Caliente, de elaboración casera o artesanal, son elaborados por familias de la región, “la transformación de productos agropecuarios, en este caso de leche, surgen como una necesidad de la búsqueda de alternativas de ingreso, con un poco de valor agregado y junto con un mercado, es posible el comercio de estos productos que benefician a los pequeños ganaderos”, concluyó Barrera Alvear.
