*De acuerdo con los informes fechados en junio de 2019, la Sedena descubrió ese acto de corrupción
AGENCIAS
CIUDAD DE MÉXICO
Una célula de La Familia Michoacana que tiene su base en Tejupilco, Estado de México, era surtida con armas y equipo táctico, que salen directamente del Campo Militar número 1.
El militar que vende el equipo aseguró ser escolta de un Coronel.
De acuerdo con los informes fechados en junio de 2019, la Sedena descubrió que un militar ofrecía equipo táctico, armas y granadas, además de proporcionar información de movilidad y operativos de Fuerzas Armadas a una célula de un cártel del narcotráfico que tiene su base en Tejupilco, Estado de México.
“El 31 de mayo (de 2019), el militar ofreció a operadores del grupo delictivo 70 granadas de fragmentación a un costo de 26 mil pesos cada una; la célula delictiva confirmó la compra de ocho de ellas, las cuales fueron entregadas en Atlacomulco, Estado de México”.
En el análisis de metadatos del equipo telefónico utilizado por el militar, las autoridades confirmaron que la base de operaciones del soldado ligado a criminales está en el municipio de Villa de Almoloya de Juárez, cerca del octavo regimiento mecanizado de la Sedena.
El proveedor de armas y equipo táctico es otro presunto integrante del Ejército, a quien los criminales se refieren como “antiguo” y que -según el análisis de su señal telefónica- tiene su base en el Campo Militar No. 1 de la Ciudad de México.
Otro informe de junio de 2019, indica que el militar que abastecía de armas a la célula delictiva es escolta de un mando castrense al que los criminales llaman “nuevo Comandante” y que tiene el rango de Coronel.
En las llamadas interceptadas por la Sedena, el militar informó a un líder del grupo delictivo que desde hacía dos semanas tenía un nuevo jefe y que forma parte de su escolta.
Describió a su superior como un Coronel originario de Tepalcatepec, Michoacán, “que gusta de dinero, bebida y le entra a todo”.