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Jefe de Seguridad en Aguascalientes trabajó con García Luna

SINEMBARGO
CIUDAD DE MÉXICO

Porfirio Javier Sánchez Mendoza, titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Aguascalientes que murió en un accidente de helicóptero, enfrentó acusaciones de tortura y tuvo nexos con el exsecretario Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino.

Sánchez Mendoza se formó en la entonces Procuraduría General de la República (PGR) y en 2007 se incorporó a la Unidad de Inteligencia de la Agencia Federal de Investigación y después a la desaparecida Policía Federal, donde fue director de operaciones encubiertas en los tiempos de García Luna. Siete años después pasó a dirigir fuerzas federales en el estado occidental de Oaxaca y en 2018 ingresó al equipo del exgobernador de Aguascalientes, Martín Orozco, quien lo nombró secretario de Seguridad Pública.

En 2016 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le inició una investigación a petición de una víctima que denunció que fue torturada tras ser detenida por un presunto agente de la extinta Policía Federal.

Se le relaciona con Genaro García Luna, extitular de Seguridad Pública Federal, quien se encuentra detenido en Estados Unidos y en espera de ser juzgado por sus presuntos vínculos con el narcotráfico. Así como con Luis Cárdenas Palomino, exjefe de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal y brazo derecho de García Luna, quien fue detenido en julio de 2021, también acusado del delito de tortura contra un grupo de presuntos secuestradores.

A García Luna las autoridades estadounidenses lo señalan por haber contribuido para que el Cártel de Sinaloa lograra el trasiego hacia dicho país a cambio de sobornos millonarios. Mientras Cárdenas Palomino fue arrestado por presunta tortura contra cuatro supuestos integrantes de la banda de secuestradores denomida “Los Zodiaco”, en 2012. El hecho también evidenció un montaje entre la Policía Federal y la empresa Televisa.

Desde 2014 a 2018 se encargó de dirigir el área de situaciones tácticas de la Coordinación de Operaciones Especiales en la División de Fuerzas Especiales de la Policía Federal, para después encabezar la SSP de Aguascalientes, por poco más de tres años, hasta el pasado 2 de febrero cuando fue detenido por elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), bajo los cargos de presunto abuso de autoridad, tortura, falsedad en declaraciones judiciales y en informes dados a una autoridad.

La investigación contra Sánchez Mendoza inició en 2016 después de que una víctima denunciara que fue objeto de tortura y detención arbitraria por parte del funcionario y otro agente de la extinta Policía Federal. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dio notificación de los hechos, lo cual desencadenó las diligencias.

A través de un comunicado, el Gobierno de Aguascalientes confirmó que la detención del funcionario fue en cumplimiento de una orden emitida por la Fiscalía General de la República (FGR), operativo en el que también participó la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

La administración estatal destacó que está en disposición de colaborar en las investigaciones sobre el caso. “Las autoridades federales hicieron del conocimiento de la administración estatal de la orden de presentación y, de manera inmediata, se ha puesto a disposición lo necesario para colaborar con el caso”, agregó.

Martín Orozco, Gobernador de Aguascalientes, se pronunció por el arresto de Sánchez Mendoza, de quien dijo que mientras estuvo al frente de la Secretaría de Seguridad Pública local “realizó sus funciones con una conducta intachable y con resultados que han sido óptimos”.

Postura que el Presidente Andrés Manuel López Obrador retomó días después al celebrar la disposición del Gobernador Orozco Sandoval en el caso de su colaborador, ya que, dijo, en la mayoría de las ocasiones, los mandatarios no se pronuncian o defienden a sus funcionarios.

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