Playa Icacos, Condesa y Calinda, afectadas por violencia y desplazamiento forzado
AMAPOLA PERIODISMO
ACAPULCO, GRO.
Familias de la playa Icacos y colonias ubicadas en esta zona de Acapulco viven una situación de violencia y desplazamiento forzado por la presencia de un grupo del crimen organizado.
El crimen organizado goza de impunidad porque tiene la colaboración de diversos agentes del Estado, entre ellos, policías y funcionarios de las instituciones que deberían combatir y castigar los delitos.
Este grupo del crimen organizado, según informes oficiales (oficialmente la autoridad les llama grupos delictivos) se dedica al cobro de piso, extorsiones y venta de droga.
En las dos últimas semanas se ha agudizado la violencia debido a que dos grupos disputan el control de esta zona de playas.
Ni la presencia del Ejército mexicano, Marina y Policía Estatal ha inhibido la violencia en las playas e incluso en el mar.
Las playas en disputa son la Condesa, Icacos y otra conocida como Calinda.
Entre el 11 y 16 de noviembre se suscitaron diversos hechos de violencia en las playas Calinda e Icacos con un saldo de cuatro hombres asesinados, entre ellos, un salvavidas ampliamente conocido y querido por la gente fue una víctima colateral de los dos grupos.
Al concluir el puente vacacional de este fin de semana la playa Icacos luce casi vacía de turistas y no hay presencia de las fuerzas del orden.
Solo tres elementos de la Marina resguardan del lado de la Avenida Costera Miguel Alemán la entrada del estacionamiento de esta playa donde el pasado 13 de noviembre se registró una confrontación.
Algunos vendedores ambulantes ofrecen fruta, joyería de imitación y copas con ceviche.
A unos 300 metros de esta playa están las embarcaciones de la Marina.
Varias casetas en las que venden cerveza y comida están cerradas.
Se nota un ambiente tenso pero algunos turistas disfrutan su estadía. A unos metros de la playa están los condominios de tiempo compartido.
La gente que vive en estos departamentos de lujo tiene su alberca y desde ahí disfrutan la vista al mar.
“Aquí hay que trabajar todos los días siquiera para sacar para la comida”, dice un vendedor ambulante que vende en la playa destapadores de cerveza que los adorna con distintas figuras.
El vendedor y una mujer se regresan a la playa para ofrecer sus productos a los pocos turistas que descansan en la arena o debajo de una sombrilla.
Un trabajador recuerda que el pasado 11 de noviembre se recrudeció la violencia con el asesinato de un salvavidas.
“Lo confundieron y lo mataron a puñaladas y lo degollaron”, contó.
Se trata de Ángel González Rizo, quien desde hace más de 30 años se la vivía en esta playa de Icacos brindando auxilio a los turistas de manera solidaria.
El viernes 11 de noviembre, González, de 45 años, estaba en la playa cuando varios individuos armados llegaron y lo persiguieron.
González se fue a refugiar en el interior de una palapa en donde fue alcanzado por los hombres armados.
Un trabajador de la playa que por temor pidió que se omitiera su nombre, relató que González Rizo fue confundido con un miembro de la banda rival.
“El era una persona muy apreciada por todos los compañeros, era deportista, le gustaba el futbol y hace años estuvo casi de manera profesional jugando en un equipo en Acapulco”, dijo.
El pasado martes se realizó el novenario de rezos del salvavidas en su casa. Vivía en la colonia Ciudad Renacimiento.
Desde hace casi tres años, González Rizo fue incorporado como trabajador del Ayuntamiento en el Centro de Atención y Protección al Turista de Acapulco (CAPTA).
El asesinato del salvavidas provocó que unos cien prestadores de servicios de varias playas de esta zona del puerto ya no acudan a trabajar por miedo a que se registren más balaceras.
“Muchos compañeros retiraron sus sombrillas, sus motos acuáticas o lanchas, porque trabajar aquí es un muy complicado”, dijo un prestador de servicios que pidió que se omitiera su nombre.
Un ejemplo de que los grupos del crimen organizado los integran civiles y agentes estatales es el siguiente episodio violento en esta zona.
La madrugada del 30 de abril de este año una pareja de turistas del Estado de México se divertía en la plaza Costa Rica, ubicada a unos 50 metros de la playa Icacos, cuando un grupo de policías municipales irrumpieron en el lugar y les dijeron a los turistas que habían recibido un reporte de que en esta plaza se estaba escandalizando y les pidieron que se retiraran del lugar.
Los turistas que al parecer ingerían bebidas alcohólicas permanecieron en el lugar y poco después llegaron tres individuos armados.
Los sujetos los despojaron de 90 mil pesos en efectivo y a la pareja de la mujer que, al parecer, se opuso al asalto, fue asesinado a balazos. A la mujer la hirieron.
Días después en su declaración ministerial, la mujer que resultó lesionada y que presentó la denuncia identificó con retratos hablados a tres policías municipales como los agresores.
Se trata de policías de la Secretaría de Seguridad Pública municipal, Rolando B, Juan S y Ángel S, quienes fueron detenidos por la Fiscalía General del Estado. (FGE)
El pasado 13 de noviembre un juez de control los vinculó a proceso por diversos delitos.
Fuentes oficiales aseguran que algunos miembros de la policía municipal son parte de uno de los grupo del crimen organizado que opera en Acapulco.
En septiembre del 2018, a unos días de que asumiera la alcaldía de este puerto la morenista Adela Román Ocampo, la Marina tomó el control de la seguridad y fueron detenidos dos elementos de esta corporación, Luis Fernando N y Brayan Antonio N por el delito de homicidio calificado.
“En Acapulco todas las autoridades federales, estatales y del municipio saben como está el pleito entre los dos grupos pero no hacen nada porque están coludidos”, señala una fuente.
“De qué sirve que haya cientos de soldados, marinos y policía estatal en las calles y playas si no hacen nada para frenar la violencia”, expuso.
Desplazados
Desde el 2018, Icacos, donde están las instalaciones de la Marina, se ha convertido en una zona incontrolable por la inseguridad.
El Centro de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón acompaña a 46 familias que se salieron de la colonia Icacos -ubicada en la zona de la playa que lleva el mismo nombre- porque sus casas fueron ocupadas por miembros de un grupo del crimen organizado.
“Este grupo que expulsó a estas 46 familias de sus casas es el mismo que se está peleando con otra organización el control de las playas de esta zona de Acapulco”, dijo un integrante del organismo defensor de derechos humanos.
Las 46 familias de Icacos desplazadas serán reubicadas por este gobierno que les ofreció construir sus viviendas en una franja de terreno fuera del municipio de Acapulco para evitar ser molestados por el grupo criminal.