* Yaneth “N”, Nayeli “N” y Leticia “N” son las titulares de las cuentas en las cuales familiares del personal médico fueron obligados a depositar dinero producto de una extorsión
SARA PANTOJA/APRO
CIUDAD DE MÉXICO
Tres mujeres fueron sentenciadas a 60 años de prisión cada una por la extorsión y el secuestro de 13 enfermeros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que en mayo de 2020 viajaron desde Monterrey, Nuevo León, a la Ciudad de México para apoyar en la atención a personas con Covid-19 en plena emergencia sanitaria.
Ulises Lara, vocero de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), informó que ministerios públicos de la Coordinación General de Acusación, Procedimiento y Enjuiciamiento aportaron los elementos de prueba para que un Tribunal de Enjuiciamiento dictara sentencia privativa de la libertad contra Yaneth “N”, Nayeli “N” y Leticia “N”.
Además, la autoridad les impuso el pago de multas por conceptos de reparación del daño en favor de las víctimas directas e indirectas; no se les otorgaron beneficios o sustitutivos por el quantum de la pena y sus derechos políticos les fueron suspendidos.
Los hechos ocurrieron el 17 de mayo del 2020, cuando los 13 enfermeros apenas habían llegado a la CDMX y se hospedaron en un hotel de la zona de Tacubaya para colaborar en la unidad temporal Covid que el IMSS instaló en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
Lara López recordó que Yaneth “N”, Nayeli “N” y Leticia “N” eran las titulares de las cuentas bancarias en las cuales familiares del personal médico fueron obligados a depositar diversas cantidades de dinero producto de una extorsión.
El 19 de mayo, una de las víctimas que se hospedaba en un hotel de la colonia Roma, de la alcaldía Cuauhtémoc, fue privada de su libertad ambulatoria y le obligaron a trasladarse al día siguiente a otro hotel de la colonia Tacubaya, alcaldía Miguel Hidalgo, donde había más personal médico víctima del mismo delito.
Las amenazas hacia el personal médico y sus familias fueron mediante llamadas o videollamadas para exigirles dinero a cambio de no hacerles daño. Las delincuentes dijeron que tenían el control de las videocámaras del hotel y que si salían a la calle, atentarían contra sus vidas.
Tras recibir denuncias de los familiares de las víctimas, elementos de la FGJ local y de la Guardia Nacional realizaron un operativo en los hoteles para rescatarlas.