KARLA BENÍTEZ/BP
CHLPANCINGO, GRO.
Cuatro días después del asesinato de siete personas, desde la noche del miércoles, pobladores de la comunidad serrana El Durazno, municipio de Coyuca de Catalán, Guerrero, recibieron llamadas telefónicas donde los emplazan a que abandonen el ejido.
“Nos dijeron en una de las llamadas que le hicieron a una de las mujeres del pueblo que nos teníamos que ir del Ejido El Durazno, no quieren que estemos aquí, de lo contrario que nos atengamos a las consecuencias”, alertó el comisariado ejidal de la localidad, Ignacio Chávez.
“No sé cuántas familias somos, pero aquí hay aproximadamente unas 600 personas, entre hombres, mujeres y niños. Tenemos que irnos a algún pueblo, pero que no gobiernen ellos, porque no tenemos apoyo del municipio”, dijo.
El comisariado indicó que las Fuerzas Armadas, la Fiscalía y la Secretaría de Seguridad Pública los han atendido, pero el panorama de inseguridad es muy complicado, motivo por el que el desplazamiento es su única opción forzada.
Los pobladores están aterrados, viven con miedo, expuso Ignacio Chávez.
Indicó que las familias solo se encuentran a la espera de que alguien los ayude para salir con sus pertenencias, y sus animales.
Agregó que las fuerzas armadas siguen sin localizar al ganadero Cecilio Chávez González, de 75 años de edad, a quien el sábado un grupo armado se lo llevó.
Detalló que en el operativo de búsqueda solamente hallaron la cuatri moto, pero no a él.
En este sentido, dijo que en las llamadas que recibieron “nos dijeron que ya no lo busquemos porque no lo vamos a encontrar”.