*Los ejemplares fueron trasladados a Querétaro y Estado de México
*La investigación de esos movimientos continúa por parte de la Profepa
FERNANDO POLANCO OCHOA/IRZA
CHILPANCINGO, GRO.
El ejemplar de cebra, los 4 watusi y los borregos de Berbería que las autoridades tenían en calidad de “desaparecidos” del zoológico “Zoochilpan” de esta ciudad capital, fueron entregados a “comercializadoras de vida silvestre” (privadas) con fines de reproducción y trasladados a Querétaro y Estado de México, con la autorización del ex director del parque, José Rubén Nava Noriega, quien fue removido del cargo en diciembre pasado por presuntas irregularidades y que, tras su cese, salió a relucir que hacían falta esos animales y cuya investigación aún continúa.
Un informe preliminar de esa investigación que inició la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), cuyo resultado final estaría listo a más tardar la próxima semana, indica que ya tienen la ubicación de los animales.
De acuerdo con el informe preliminar, al cual Agencia de Noticias IRZA tuvo acceso, esas “comercializadoras” se dedican al manejo de animales silvestres con fines de reproducción.
La Profepa verifica que las comercializadoras cumplan con las disposiciones de la Ley General de Vida Silvestre y normas oficiales sobre el confinamiento de ese tipo de animales y que, en caso de incumplimiento, aplicaría “las medidas que correspondan”, ya sean administrativas o de tipo penal, según el resultado final de la investigación.
Se indica que, de ser necesario, se ordenaría la compulsa de los documentos de los domicilios a donde se estableció que llegaron esos ejemplares para que la persona física o moral demuestre “qué hizo con los animales”.
“Si los tiene todavía en el predio, si los intercambió, si hubo algún otro tipo de movimiento. Todo debe estar apegado a la normalidad”, precisa, con base a las bitácoras de alta en la Dirección General de Vida Silvestre.
Esto, derivado de la inspección física e inventario general de animales que realizaron el viernes 20 de enero en las instalaciones del Zoochilpan, para verificar la existencia de cada ejemplar con el registro asentado en los expedientes de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como las altas y bajas.
También se reitera que las autoridades del “Zoochilpan” están facultadas para hacer intercambio o movimiento de animales, mediante autorizaciones de aprovechamiento que otorga la Dirección General de Vida Silvestre.
“La vida orgánica del Zoochilpan depende de su administración”, pero que los movimientos de animales de vida silvestre bajo su resguardo deben cumplir con la normatividad oficial antes descrita, mientras que la Profepa verifica el adecuado cumplimiento de las normas.
El informe preliminar indica que, derivado de la inspección que realizaron el viernes de la semana pasada, las autoridades del zoológico de Chilpancingo deben realizar “correcciones”, como los planes de manejo, informes periódicos a la Semarnat y actualización de bitácoras.
Además de modificar las dimensiones de los “encierros”, es decir, las jaulas donde se encuentran los animales a lo más “digno posible”.
En el documento se precisa también que la investigación está por culminar y que el resultado lo tendrán las autoridades administrativas del zoológico, quienes determinarán si lo dan conocer públicamente o no.
