Norberta Herrera desmiente que su hijo esté invadiendo predio en Marquelia

* Asegura que el terreno en cuestión, ella lo compró en 1957, junto a su finado esposo

PATRICIA GARCÍA DÁMASO
MARQUELIA, GRO.

A este medio de comunicación acudió Norberta Herrera Rendón, vecina de la cabecera municipal de Marquelia, para desmentir públicamente las acusaciones hechas por sus nietas, Itzel y Dánae Justo.

Aseguró que ella autorizó a su hijo, Gilberto Justo Herrera, cortar 30 palmas de coco en la colonia conocida como Beto Justo, porque “yo soy la dueña”.

Dijo que al vender esas palmas pidió a su hijo acudir al lugar para supervisar el corte de las palmas. “Pido la presencia de este medio para aclarar, primero, que ese terreno es mío, porque junto a mi esposo, que en paz descanse, lo compramos en 1957. Vino un joven a que le vendiera 30 palmas y se las vendí, pero como yo ya no puedo caminar bien, le pedí a mi hijo Gilberto que fuera al terreno para supervisar el corte de las palmas, pero yo le pedí que fuera, él no anda invadiendo terrenos”

Norberta Herrera insistió que como se le complica el moverse de un lugar a otro, tiene que pedir apoyo a sus dos hijos, Gilberto y Daniel: “Con ellos dos cuento, por ejemplo, mi hija Carmen Leticia Justo Herrera no me quiere pagar la renta del local, puso otro medidor, le presté 40 mil pesos y ya no me los regresó, su hijo Beto me robó 30 mil pesos, y su hija Evangelina Estrada Justo me sacó de mi tarjeta; yo le tuve mucha confianza, ella iba a ser la heredera universal, pero cuando descubrí que me había robado le perdí la confianza”.

Dijo que ha sido traicionada por su familia: “Yo quise mucho a mi nieta Evangelina”.

Del local que se encuentra a un costado de su casa, insistió que no ha recibido un solo peso de renta: “Al contrario, me pusieron cámaras, y ella no viene a vender, manda a un chamaco, yo les aguardaba el queso en mi refrigerador, pero perdieron mi confianza y les cancelé la puerta, quité las cámaras”.

Finalmente, dijo: “Quiero aclarar eso, principalmente, que mi hijo no anda invadiendo terrenos, ese terreno es mío porque yo lo compré, no puedo caminar ya, por eso le pedí a mi hijo que fuera, quiero que pongas en la nota que cuando yo muera él va a ser el heredero de esos terrenos, así ponle por favor, porque él me está viendo, mi hija Carmen Leticia Justo Herrera no, al contrario, no me ha pagado lo que me pidió prestado, que son 40 mil pesos”.