Calderón ordenó proteger a “El Chapo”, declara ex fiscal de Nayarit

*En el marco del juicio contra García Luna, Edgar Veytia acusó al ex presidente Felipe Calderón

*La orden se recibió en los últimos meses del gobierno del priísta Ney González, cuando Beytia era secretario de seguridad pública

SINEMBARGO
CIUDAD DE MÉXICO

Edgar Veytia, el exfiscal general de Nayarit, alias “El Diablo”, acusó al expresidente Felipe Calderón y al exfuncionario de darle órdenes de proteger al Cártel de Sinaloa.

Esta es la primera vez que se menciona el nombre del exmandatario, quien en su sexenio declaró la llamada «guerra contra el narcotráfico».

El exfiscal de Nayarit, quién fue llamado por los fiscales a declarar en el juicio que enfrenta Genaro García Luna en Estados Unidos, afirmó que el expresidente Felipe Calderón y García Luna ordenaron en 2011, cuando era secretario de seguridad pública en el gobierno de Ney González Sánchez, “proteger a la gente del ‘El Chapo’, no a los Beltrán Leyva que habíamos estado protegiendo”.

Veytia manifestó que por apoyar a la organización de los Beltrán Leyva, recibía el pago de 2 millones de pesos mensuales, aunque durante el juicio no reveló durante cuánto tiempo se realizaron dichos pagos.

La audiencia

Edgar Veytia testificó la mañana de este martes en el juicio que enfrenta Genaro García Luna, mismo que fue secretario de Seguridad Pública federal en el Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, en Estados Unidos por sus presuntos nexos con el narcotráfico.

Desde el estrado en la Corte del Distrito Este de Nueva York, salieron a relucir los nombres de más exfuncionarios que estarían vinculados con presuntos actos de corrupción, pero el que más llamó la atención por ser la primera vez que se escucha fue el de Felipe Calderón, quien gobernó México de 2006 a 2012 y le declaró la guerra al narcotráfico, una estrategia que dejó miles de muertos y desaparecidos.

El exfiscal nayarita, quien fue condenado a 20 años de cárcel en Estados Unidos, reveló que Ney González Sánchez, exgobernador de Nayarit, apoyaba a la organización criminal de los Beltrán Leyva, mientras que la extinta Policía Federal (PF), a manos de García Luna, estaba con el Cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido como “El Chapo”.

El nuevo testigo cooperante, también conocido como “El Diablo”, narró que su entonces jefe, el exgobernador Ney González, y su sobrino se habían reunido en la Ciudad de México con el expresidente Calderón y el ex secretario de Seguridad Pública, quienes le habrían indicado que se debía proteger a “El Chapo” y a sus socios del Cártel de Sinaloa.

“Que la línea era ‘El Chapo’”, dijo escuetamente Veytia sobre el resultado de esa reunión a la que él no ingresó, ya que estuvo en un recorrido con Luis Cárdenas Palomino, alto ex funcionario policiaco –y gente cercana a García Luna–, por El Búnker, un área de la Secretaría donde operaba tecnología de última generación para la vigilancia y espionaje.

Hubo una objeción de la defensa, liderada por César de Castro, pero la asistente del Fiscal Saritha Komatireddy replanteó la pregunta y Veytia confirmó.

“La orden era proteger a ‘Los Chapos’, no a los Beltrán Leyva”, expuso el cooperante ocho del juicio a García Luna.

La Fiscal preguntó a Veytia si le cuestionó a su jefe sobre esa decisión, ya que González protegía a Héctor Beltrán Leyva, quien entonces estaba al mando de ese grupo criminal.

“Al Gobernador no se le pide explicación”, justificó Veytia.

Dijo que después se puso en contacto con la gente de “El Chapo”, un sujeto conocido como “El Pelocho”, quien controlaba la plaza.

Sin embargo, previamente los abogados de “El Chapo” Guzmán habían ido a Nayarit para decirle a Veytia que querían “comprar la plaza”, es decir, tener la protección de autoridades y pagarles por ello para operar libremente.

González y su gente tuvieron resistencia, pero la presión del Gobierno federal fue mayor y, en una ocasión, hubo un enfrentamiento entre policías estatales y federales por la detención de una camioneta, donde iba una persona no identificada.

Según un reporte de los Beltrán Leyva, en el vehículo iba “El Chapo”.

Veytia dijo que cuestionó al federal al mando, Jorge Anguiano Terríquez, quien lo convenció de dejar ir el vehículo con la promesa de una explicación. Al siguiente día Veytia visitó a Anguiano Terríquez en su oficina, quien le pasó el teléfono con una llamada en proceso.

“Muchísimas gracias… cualquier cosa con Terríquez”, le dijo el interlocutor.

“¿Quién era al teléfono?”, preguntó la Fiscal a Veytia. “El señor García Luna”, respondió.

Otros testigos han expuesto que la decisión de García Luna de apoyar a “El Chapo” formó parte de la guerra entre líderes de distintas organizaciones criminales.

Pacto de

Sandoval

Agregó que tras convertirse en gobernador el priísta Roberto Sandoval, en ese mismo 2011, él fue designado subprocurador (en 2013 pasó a ocupar la titularidad de la Fiscalía estatal), y entonces “los abogados de El Chapo” Guzmán, a quienes identificó con los apellidos Alcalá y Chaparro, lo buscaron para ofrecerle 10 millones de dólares para cambiar de cártel, lo cual rechazó y les dijo: “Somos corruptos, pero con palabra”.

Luego de rechazar de cambiar su apoyo, en diciembre de 2011 Edgar Veytia sufrió un atentado en su casa y el convoy que lo acompañaba, del cual sobrevivió gracias a su cuerpo de seguridad de al menos 35 agentes.

«El Diablo»

Edgar Veytia fue sentenciado a 20 años de prisión por narcotráfico en Estados Unidos. Sus delitos, sin embargo, van mucho más allá.

Tras su captura en California, en Nayarit comenzaron a surgir las historias de terror: desaparición de personas, secuestro, extorsión, levantones y asesinatos sufridas por comerciantes, dueños de terrenos que fueron obligados a pagar derecho de piso o malbaratar sus tierras.

Un reportaje publicado en la revista Proceso en agosto de 2019 documenta que, en el periodo 2011-2017, durante el gobierno del priista Roberto Sandoval, policías encapuchados dirigidos por Veytia extorsionaron a cientos de personas para despojarlas de casas, ranchos, negocios, bodegas, terrenos y dinero.

Tras su captura en Estados Unidos, se publicó que el exfiscal facilitaba que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) almacenara en Nayarit cargamentos de cocaína y precursores de drogas sintéticas que desembarcaban en Manzanillo, Colima.