Delfino López festeja su 80 cumpleaños con la familia Hilario Castillo

LUIS HERNÁNDEZ
OMETEPEC, GRO.

César Hilario Castillo, presidente del sitio de Taxis No. 3 “Ángel Aguirre Herrera” en Ometepec, acompañado de su familia, festejó el octogésimo cumpleaños de Delfino López Hernández, en el club campestre.

El festejo se llevó a cabo este sábado 25 de febrero y comenzó con una misa en la capilla de La Guadalupe.

Al lugar llegó César Hilario Castillo, quien acompañado de su familia y la Banda De Mi Tierra, del señor Bilo Santiago, esperaron afuera a Delfino López Hernández.

Una vez que terminó la misa y salieron los asistentes, empezó la banda a tocar para recibir al señor Delfino con una chilena, canción que estuvo bailando por algunos minutos, y al terminar se acercó a César, a quien saludó con un abrazo.

En el lugar, Hilario Castillo dijo: “Hoy celebramos con gusto a un gran hombre, a un gran hermano de mi padre, Rogaciano Hilario Eligio, mejor conocido como “Chano Hilario”, quien en vida, año con año le llevaba la música a Costa Azul, en Acapulco, a un gran hombre, el doctor anestesiólogo de Magallanes, Delfino López Hernández, un hombre querido de la familia Hilario Castillo”.

“Hoy estamos cumpliendo la voluntad de mi padre, vamos a traerle la música a este hombre, porque él es como nuestro segundo padre, ya que en vida quiso mucho a mi papá y por eso estamos hoy en la capilla de la Guadalupe, acompañándolo con la Banda De Mi Tierra, del señor Bilo Santiago, quien es muy reconocido en Ometepec”.

Por su parte, Delfino López Hernández respondió: “A mi compadre Rogaciano, a quien quiero y quise como un hermano, un hombre inteligente, bueno, y gran amigo, a quien le agradezco mucho desde el cielo, sé que nos bendice a todos y a sus hijos, siempre voy a estar apoyando a la familia de mi compadre y no dejaré de proteger a su familia, un saludo compadre Rogaciano hasta el cielo, de tu compadre Delfino López”.

Minutos después, los ciudadanos se trasladaron al salón de eventos Club Campestre, ubicado en la colonia El Dispensario, en donde degustaron alimentos y bebidas, mientras que otros bailaban con las canciones que tocaba la banda de viento.