*La orden tiene como objetivo fortalecer el apoyo federal a las leyes de bandera roja destinadas a detener la venta de armas a personas consideradas peligrosas
DIEGO RODRÍGUEZ
REUTERS/EEUU
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emitió el martes una orden ejecutiva que reforzó las verificaciones de antecedentes para los compradores de armas en lo que la Casa Blanca promueve como la política más integral que el presidente puede promulgar sin el Congreso.
La orden tiene como objetivo fortalecer el apoyo federal a las leyes de bandera roja destinadas a detener la venta de armas a personas consideradas peligrosas. Tales medidas han sido aprobadas por 19 estados y el Distrito de Columbia. La administración Biden también ha tomado medidas ejecutivas anteriores para reducir la violencia armada.
La orden de Biden también alentó el almacenamiento seguro de armas y pidió a la Comisión Federal de Comercio (FCC) que analice cómo los fabricantes de armas comercializan armas de fuego, incluso a menores.
La Casa Blanca, que emitió la orden, dijo que Biden planeaba discutirla el martes con víctimas de violencia armada en Monterrey Park, California, donde un tirador abrió fuego en un salón de baile el 21 de enero, matando a 11 personas e hiriendo a otras nueve.
Con más de 40 mil muertes por armas de fuego en Estados Unidos por año, Biden apuesta a que los votantes adoptarán un control de armas más proactivo. Los republicanos que buscan la nominación de su partido para desafiar al demócrata Biden en 2024 seguramente favorecerán derechos de armas más expansivos, respaldados por grupos influyentes como la Asociación Nacional del Rifle (NRA).
La administración Biden apunta a los resultados de las encuestas que muestran que la mayoría de los estadunidenses apoyan las verificaciones de antecedentes.
Una encuesta de Reuters/Ipsos del año pasado encontró que el 84 % de los encuestados apoyaba la verificación de antecedentes para todas las ventas de armas de fuego y el 70 % respaldaba las leyes de bandera roja. Esa encuesta se realizó inmediatamente después de que un hombre armado abrió fuego en una escuela en Uvalde, Texas, matando a 19 estudiantes y dos maestros.
Algunos defensores del derecho a portar armas se oponen a las verificaciones de antecedentes, diciendo que infringen los derechos constitucionales de poseer armas y no impiden que los delincuentes las obtengan. También sostienen que muchas leyes de bandera roja pisotean los derechos al debido proceso.
La orden de Biden también proponía que el gobierno federal respondiera a los tiroteos masivos de manera coordinada, similar a la forma en que Washington reacciona ante un desastre natural. Biden le ha pedido a su gabinete que desarrolle una respuesta federal que brinde asesoramiento sobre traumas o asistencia financiera, por ejemplo, a una comunidad afectada por un tiroteo masivo.
Pero el corazón de la orden ejecutiva busca ampliar las verificaciones de antecedentes para evitar que los delincuentes o abusadores domésticos compren armas, en gran medida apoyándose en los traficantes de armas con licencia federal para cumplir o educando a otros que pueden no darse cuenta de que están obligados a realizar verificaciones de antecedentes según la ley existente, dijo la Casa Blanca. El año pasado, el presidente firmó la Ley bipartidista de comunidades más seguras, la legislación de control de armas más importante en 30 años.
Pero desde entonces, los republicanos ganaron el control de la Cámara de Representantes, poniendo fin a prácticamente cualquier posibilidad de más legislación sobre armas durante los próximos dos años, como las prohibiciones propuestas por Biden sobre armas de asalto y cargadores de alta capacidad.
