*Jaime N fue sentenciado por hechos ocurridos el 8 de marzo de 2015
FRANCISCO JAVIER HERNÁNDEZ
SAN LUIS ACATLÁN, GRO.
La Fiscalía General del Estado, logró una sentencia condenatoria en contra de Jaime “N”, por el delito de homicidio calificado, cometido en agravio de Erubiel Ortega Martínez, conocido como El Makanaqui, por los hechos ocurridos el 8 de marzo del año 2015, en la colonia San Isidro, en San Luis Acatlán.
La Fiscalía General del Estado aportó los datos de prueba necesarios, los cuales fueron observados por la Juez Mixto de Primera Instancia del Ramo Penal, quien declaró la responsabilidad penal del acusado y dictó la sentencia de 35 años de prisión, así como el pago correspondiente a la reparación del daño.
Cabe recordar que El Makanaki, de oficio carpintero, fue sacado de una taquería la noche del domingo 8 de marzo de 2015, y hallado su cadáver al día siguiente, el 9 de marzo de ese año, en un arroyo muerto a navajazos.
Su hallazgo
Después de que fue sacado con lujo de violencia de una taquería del barrio de San Isidro. en San Luis Acatlán, fue encontrado el cuerpo sin vida de Erubiel Ortega Martínez, conocido como El Makanaqui, en el interior de un arroyo en la colonia Zapata de la cabecera municipal de San Luis Acatlán.
Según versiones manejadas por la población, siendo alrededor de las 9:00 de la noche del domingo 8 de marzo de 2015, el Makanaki estaba en una taquería del barrio de San Isidro, de donde se lo llevaron unos sujetos desconocidos, a bordo de un auto tipo Tsuru, color gris.
Afirmaron que en la huida de los victimarios, chocaron contra un poste de Telmex en la esquina del Teatro al Aire Libre, y uno de los malhechores se bajó del auto y amenazó a los testigos oculares para que no dijeran nada a las autoridades.
No obstante, alrededor de la 1:30 de la tarde del lunes 9 de marzo, fue reportado el hallazgo de una persona muerta a las autoridades, informando que en el arroyo Zapotitlán, en la colonia Zapata de este municipio, se encontraba un cuerpo sin vida.
Tras la llegada de las autoridades, se logró el rescate del hoy occiso que se encontraba entre dos piedras del pequeño arroyo y se informó que respondía al nombre de Erubiel Ortega Martínez mejor conocido como Makanaqui, de 32 años de edad, quien se desempeñaba como carpintero, y era originario del barrio de San Isidro.
Erubiel Ortega Martínez fue hallado en el interior del riachuelo, completamente desnudo. Además se le apreciaban golpes en la cabeza y cortaduras punzo cortantes, al parecer producidas por una navaja, siendo identificado por sus familiares.
Al levantamiento cadavérico estuvo a cargo del personal de la agencia del Ministerio Público: Gabriela Álvarez Torres, Martín Estrada García, perito en criminalística; Abdías Acevedo Rojas, médico legista, además de elementos de la Policía Investigadora Ministerial a cargo del coordinador de zona, José Luis Irugame y agentes de la policía preventiva municipal al mando de Javier de la Paz Castillo.
Por estos hechos la agencia del Ministerio Público con sede en San Luis Acatlán, dio inicio a la averiguación previa ALT/SC/ 03/005/2015, por el delito de homicidio en contra de quien o quienes resulten responsables.
El cuerpo fue entregado a su papá Ismael Ortega Bautista para ser velado y posteriormente darle cristiana sepultura.
Después de este suceso, ciudadanos reportaron que elementos de la policía preventiva municipal realizaron rondines a pie por algunas calles del municipio.
Días de
inseguridad
Ciudadanos lamentaron en esa fecha esos hechos y dijeron sentirse inseguros ante la escasa vigilancia de los cuerpos policiacos en este municipio.
Las fuentes informaron que el joven se encontraba en una taquería ubicada a menos de cien metros de la Casa Matriz de la CRAC de San Luis Acatlán, misma que está ubicada en la calle del Trabajo del barrio de San Isidro en la cabecera municipal, pero no fue auxiliado.
En ese tiempo, cabe recordar, los vecinos de la cabecera de San Luis Acatlán venían denunciando el aumento de hechos delictivos, como secuestros, asaltos a mano armada y robo de vehículos sin que ninguna autoridad pudiera devolver la tranquilidad al municipio.
Ciudadanos denunciaron la falta de operatividad de elementos de la Policía Municipal, ya que la delincuencia estaba aumentando y la población carecía de tranquilidad.