*De acuerdo con los reportes, Latavia McGee y Eric Williams fueron los sobrevivientes del ataque, mientras Shaeed Woodard y Zindell Brown murieron y sus cuerpos serán repatriados a los Estados Unidos
EXCÉLSIOR
CIUDAD DE MÉXICO
Latavia Washington McGee —comunmente llamada ‘Tay’— de 33 años, es madre de 6 hijos de entre 6 y 18 años, y vive Lake City, una ciudad en Carolina del Sur, aunque su familia procede del norte. Es la segunda visita que realiza la país para someterse a una cirugía estética. Su madre, Barbara Burgess, fue quien recibió el informe del FBI.
«Viajó al país para someterse a una cirugía hace unos dos o tres años», dijo Burgess a la cadena CNN. “Dijeron, si ella me llama, que los llame”, dijo. “Mamá, estaré bien”, le respondió Latavia en la llamada antes de ser secuestrada. La mujer ya regresó a Estados Unidos y está en un hospital para valorar su estado de salud.
Latavia condujo desde Lake City, en Carolina del Sur hasta la frontera con México, con dirección a Matamoros, junto a su primo Shaeed Woodard, y sus amigos Zindell Brown y su amigo Eric Williams para el procedimiento, pero nunca llegaron a su cita con el médico. Se comunicaron con el consultorio del médico para obtener instrucciones el viernes, pero tenían dificultades para comunicarse con el consultorio porque tenían poca señal de teléfono celular.
Después de cruzar la frontera en Brownsville (Texas), hombres armados no identificados les dispararon, “los colocaron en un vehículo y los sacaron de la escena hombres armados”, creyeron que eran narcotraficantes haitianos.
Su captura fue grabada a plena luz del día durante el viernes. Pasaron tres días para que fuesen encontrados en el Ejido Tecolote, camino hacia Playa Bagdad, según el fiscal estatal de Tamaulipas, Irving Barrios.
Corsica Cameron, prima de Woodard y McGee, dijo a la ABC que su familia está desesperada por obtener respuestas. Mary McFadden, tía de Latavia, dijo que la reconocieron en el video difundido del ataque. “La reconocimos a ella y a su pelo rubio”.
Eric Williams, el segundo sobreviviente de 38 años, llamó a su esposa Michele mientras lo transportaban a un hospital de Texas, le dijo a la cadena ABC News. «Fueron sólo lágrimas de alegría», dijo la mamá de Latavia.
Su hermano Robert dijo en una entrevista telefónica a la agencia AP que su hermano es «tranquilo» y «de espíritu divertido». No supo que viajaba a México hasta que el secuestro llegó a las noticias. Pero al mirar las publicaciones de Facebook de su hermano, cree que su hermano no consideró que el viaje fuera peligroso.
“Pensó que sería divertido”, dijo Williams. No había oído nada sobre el paradero de su hermano, dijo.
El gobernador de Tamaulipas, Américo Villareal, dijo Eric Williams había recibido un disparo en la pierna izquierda y que la herida no ponía en peligro su vida. Tanto él como Latavia fueron llevados al Centro Médico Regional del Valle en Matamoros con una escolta del FBI antes de ser enviados de regreso a Estados Unidos.
Sobre Shaeed, el primo de Latavia, no hay demasiada información al momento. Zalandria, aseguró a la que era muy apegado hermano Zindell Brown, antes de que muriera a manos de los secuestradores. Su madre, Christina Hickson, dijo que su hijo decidió viajar a México para acompañar a su amiga Latavia.
“Zindell es como mi sombra, es como mi hijo, es como el hueso de mi cadera. Estábamos así de apretados”, dijo su hermana a la cadena CNN. “Es como un mal sueño del que desearías poder despertar. Ver a un miembro de tu familia metido en la parte trasera de un camión y arrastrado, es de no creerse”.
Zindell tenía algunas reservas sobre el viaje, por los riesgos de viajar a México. “No paraba de decir: ‘No deberíamos ir’”, pero fue por lealtad a Latavia. «Crecieron juntos, y eran muy unidos. Como si estuvieran pegados con pegamento”, explicó.
Ella se la pasó enviándole mensajes. “Ten cuidado, ten cuidado. Si se encuentran con algún control en la carretera, de un cártel o algo así, no peleen. No se resistan. Hagan lo que les digan. Al menos tendrán una oportunidad si hacen lo que les dicen”, le escribió, sin saber que era un mensaje premonitorio.