ROSARIO GARCÍA OROZCO
SNI/CIUDAD DE MÉXICO
Familiares de desaparecidos durante la Guerra Sucia de los años 70’s, tomaron las instalaciones de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, en exigencia de que se informe sobre los resultados de las desapariciones de sus familiares y se les brinde apoyo económico y psicológico.
los manifestantes refirieron que la toma de las oficinas del CEAV es indefinida, y que permanecerán en ese lugar hasta que sean atendidos en sus demandas y les den respuestas positivas.
Los familiares de desaparecidos de la Guerra Sucia de los 70’s en la Costa Grande de Guerrero, mantienen la toma «pacífica» de las instalaciones de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, desde hace dos semanas.
Luis de la Cruz, uno de los familiares de víctimas de la Guerra Sucia, hizo un atento llamado a los demás Colectivos de Desaparecidos no tan solo de Guerrero, sino de otras partes del país a unirse a esa toma del edificio de la Ceav para ejercer presión, y que esa instancia realmente trabaje a favor de las víctimas de la violencia que se vive en México.
Señaló que su primordial interés es saber el paradero de sus familiares detenidos, secuestrados y mantenidos en contra de su voluntad en casas de seguridad tanto en Guerrero, como en la Ciudad de México, así como también que les proporcionen ayuda económica y reparación del daño a familiares que fueron perturbados en su salud mental.
Insistió en que la policía federal y otras corporaciones policiacas “mantuvieron secuestrados a los detenidos en ese tiempo, y que el impacto por ese acto de violencia ocasionó que a algunos de los y las compañeras guerrerenses les afectara en su estado de salud emocional y física».
Tomás Godoy, otro de los familiares de víctimas del 70, destacó que “el paro y toma del edificio de la CEAV es indefinido y agregó que no se retirarán de esas instalaciones hasta que nos resuelvan nuestras peticiones”.
Agregó que los manifestantes «pedimos al presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, escuche nuestra petición y de solución a nuestra justa demanda».