Familiares de jóvenes acribillados en Nuevo Laredo denuncian hostigamiento de militares
*Al domicilio de la familia Pérez Benítez arribaron en la madrugada vehículos con efectivos del Ejército, quienes revisaron un automóvil, además de intentar intimidar al padre acusándolo de que en el lugar vendían droga
GLORIA LETICIA DÍAZ
APRO/CIUDAD DE MÉXICO
Familiares del único sobreviviente ileso de la masacre del domingo 26 de febrero en Nuevo Laredo, donde cinco jóvenes murieron y uno más quedó gravemente herido, denunciaron ser víctimas de hostigamiento e intimidación por parte de miembros del Ejército Mexicano, luego de que se diera a conocer su testimonio sobre las muertes arbitrarias atribuidas a integrantes del XVI Regimiento de Caballería Motorizada.
Alejandro, el testigo sobreviviente, es hermano de Gustavo Pérez Benítez, una de las cinco víctimas mortales de la actuación militar que dejó además a un joven gravemente herido, y quien ante el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (CDHNL) describió el ataque contra la camioneta en la que viajaban los siete jóvenes tras salir de centro nocturno.
La organización civil acusó que el sobreviviente tuvo que refugiarse en “un domicilio distante y sin revelar, toda vez que ninguna autoridad civil ha implementado medias urgentes para su auxilio y protección”.
A ocho días de los acontecimientos, elementos castrenses se presentaron alrededor de las 00:30 horas de este domingo en el domicilio de los hermanos Alejandro y Gustavo, y amenazaron con arrestar al padre de los muchachos, Enrique Pérez.
De acuerdo con el CDHNL, al domicilio de la familia Pérez arribaron cuatro vehículos militares, tres camionetas pick up y una blindada, cuyo personal a bordo revisó el automóvil de un familiar del señor Pérez “bajo sospecha de estar consumiendo mariguana”.
Mientras revisaban el vehículo particular, “otro de los militares que iba al mando del operativo comenzó a interrogar al señor Enrique Pérez (…) asegurando que en su domicilio se vendían drogas y que si él quería podía llevárselo arrestado en ese momento, pues además de ser capitán del Ejército, también era ‘Abogado’ (sic)”.
El señor Pérez se identificó como padre de las víctimas del ataque militar y recordó al oficial que había una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) y ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) “por la muerte arbitraria y lesiones de sus dos hijos”.
Cuando el militar exigió al señor Pérez que le mostrara los documentos de las denuncias, otro familiar se comunicó con los abogados del CDHNL “y el personal del Ejército decidió retirarse apresuradamente”.
El presidente del CDHNL, Raymundo Ramos Vázquez, urgió al presidente Andrés Manuel López Obrador y a los titulares de la FGR, Alejandro Gertz, y de la CNDH, Rosario Piedra, a tomar “medidas urgentes para la protección de la familia Pérez Benítez y se ordene cesar todo acto de molestia, hostigamiento, amenazas y represalias por parte del personal del Ejército Mexicano”.