*Este primer proceso penal en contra del expresidente de Estados Unidos podría significar un peligro para sus intenciones de volver a presentarse a la boleta electoral para 2024
MICHAEL R. SISAK, JENNIFER PELTZ
ERIC TUCKER/AP/NUEVA YORK
Un jurado investigador de Manhattan ha votado a favor de presentar cargos contra Donald Trump por pagos realizados durante su campaña presidencial de 2016 para silenciar las acusaciones de un encuentro sexual extramarital, convirtiéndose en el primer proceso penal en contra de un expresidente de Estados Unidos y en una sacudida a las pretensiones de Trump de volver a la Casa Blanca en 2024.
La acusación formal, confirmada el jueves por Joe Tacopina, un abogado de Trump, y por otras personas al tanto del asunto que no estaban autorizadas a discutir públicamente cargos penales que están bajo precinto, es un avance extraordinario después de años de investigaciones sobre sus tratos comerciales, políticos y personales. Es casi seguro que impulse a los críticos que dicen que Trump mintió y engañó para llegar a la cima, y que al mismo tiempo envalentone a sus partidarios que sienten que el republicano está siendo atacado injustamente por un fiscal demócrata.
Se tiene previsto que Trump, quien ha negado haber cometido delito alguno y ha atacado la pesquisa, se entregue a las autoridades la próxima semana, según una persona al tanto del asunto que no estaba autorizada a hablar de un asunto que sigue estando bajo precinto.
Un portavoz de la oficina del fiscal de distrito dijo que no estaba claro de inmediato cuándo se procesaría a Trump.
“Esta noche nos comunicamos con el abogado del Sr. Trump para coordinar su entrega a la Oficina del Fiscal de Distrito de Manhattan para la lectura de cargos en una acusación de la Corte Suprema, que permanece sellada. Se proporcionará orientación cuando se seleccione la fecha de lectura de cargos”, dice el comunicado.
DeSantis dijo en su tuit que Florida no asistirá en una solicitud de extradición de Trump.
Al presentar los cargos, el Fiscal de distrito de Manhattan Alvin Bragg está asumiendo un caso inusual que ha sido investigado por dos fiscales anteriores, quienes se negaron a tomar el arriesgado paso político de buscar cargos en contra de Trump.
En las semanas previas a su acusación formal, Trump arremetió contra la investigación en sus canales de redes sociales y llamó a sus simpatizantes a realizar protestas en su nombre, lo que obligó a reforzar la seguridad en las inmediaciones de la corte penal de Manhattan.
Trump enfrenta otros posibles riesgos legales mientras intenta reafirmar su control sobre el Partido Republicano y mantener a distancia a una serie de antiguos aliados que buscan competir contra él por la candidatura del partido a la presidencia.
El fiscal de distrito en Atlanta ha pasado dos años investigando los intentos de Trump y sus aliados de interferir en el conteo de votos en Georgia en 2020. Además, un fiscal especial del Departamento de Justicia investiga a Trump por conservar documentos presidenciales en su finca de Mar-a-Lago, en Florida, y por sus intentos de revertir su derrota electoral.
Joe Tacopina, un abogado de Trump, dijo a The Associated Press que ha sido informado de que un jurado investigador que ha estado reuniéndose durante meses votó a favor de presentar cargos contra el expresidente. Los cargos específicos no se dieron a conocer de momento.
En 2018, The Wall Stree Journal publicó un reportaje en el que aseguraba que el abogado personal del expresidente Donald Trump, Michael Cohen, había arreglado un pago por 130 mil dólares a una actriz pornográfica para que no relevase públicamente un encuentro sexual con el entonces mandatario.
Trump se encontró con Stephanie Clifford, que en las películas es llamada Stormy Daniels, en un torneo de golf en el 2006, un año después de su matrimonio con Melania.
Cohen había desempeñado un papel en un pago de 130 mil dólares a Daniels para comprar su silencio 11 días antes de las elecciones presidenciales de 2016. Eventualmente se declaró culpable de los cargos y cumplió un año tras las rejas antes de terminar su condena de tres años en prisión en su casa.
Con la ayuda de Michael Avenatti, exabogado de Daniels, demandó a Trump para tratar de recuperar su libertad de hablar abiertamente sobre lo que, según ella, fue una breve aventura con Trump una década antes. Como resultado del litigio en 2018, un Juez de Los Ángeles le ordenó a Trump pagarle a Daniels 44 mil 100 dólares en honorarios legales.
Con Daniels como cliente y su creciente reputación como crítico de Trump, Avenatti se vio muy solicitado en los programas de noticias de la televisión por cable. Se hizo tan popular en algunos círculos que consideró postularse para Presidente.
Después de que Daniels firmó un contrato para un libro, la pareja se mantuvo unida y Avenatti se alistó para escribir el prólogo de “Full Disclosure”, que se lanzó en el otoño de 2018. En el libro, Daniels reveló detalles sobre lo que ella describió como su encuentro sexual. con Trump y comunicaciones posteriores.
Pero medio año después de la publicación del libro, Avenatti fue acusado de tres casos penales, incluido el fraude que presuntamente cometió contra Daniels, cuyo nombre legal es Stephanie Clifford.
Avenatti participó en fraude electrónico y robo de identidad agravado para evitar darle a su cliente el dinero que había recibido de su editor.
A principios de 2020, fue declarado culpable de intentar extorsionar a Nike con hasta 25 millones de dólares al amenazar con empañar la reputación del gigante de la ropa deportiva a menos que cumpliera con sus demandas.
Después de su arresto, Avenatti insistió en publicaciones de Twitter que nunca se malversó o manejó mal dinero relacionado con Daniels y que en su mayoría trabajó sin recibir pago para Daniels con un acuerdo de que recibiría un porcentaje de las ganancias del libro. Dijo que esperaba “que un jurado escuchara la evidencia”.