Juez reabre el caso de “Kiki” Camarena; hubo pruebas falsas del FBI
*Un juez de Estados Unidos ordenó reabrir el juicio por el asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, luego de que se determinó que personal del FBI presentó evidencias falsas
REDACCIÓN/APRO
CIUDAD DE MÉXICO
Un juez federal de Estados Unidos ordenó reabrir el juicio por el asesinato del agente de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Enrique “Kiki” Camarena, luego de que uno de los últimos sentenciados por el caso, Raúl López Álvarez, un expolicía judicial de Guadalajara, demostrara que su proceso no fue realizado con apego a la ley.
El caso fue ventilado por el diario Milenio, que tuvo acceso a un documento judicial fechado el 23 de marzo de 2023 en el que el juez John A. Kronstadt ordenó reabrir el juicio luego de que se determinó que personal técnico de la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) presentó evidencias falsas que afectaron el proceso y ello implicaría reunir nuevamente evidencias y testigos.
Según el documento judicial mencionado, el magistrado John A. Kronstadt indicó que López Álvarez interpuso un nuevo recurso luego de una revelación de la Oficina del Inspector General del FBI, acerca de que el testimonio en el juicio del agente especial del FBI, Michel Malone, no era confiable.
Pese a que las imputaciones han quedado anuladas, el juez determinó que López Álvarez no podrá obtener libertad bajo fianza y llevará su nuevo juicio desde una celda de prisión. El proceso deberá comenzar dentro de los 180 días posteriores a la publicación de la sentencia.
“Dado que el último juicio contra el acusado por los cuatro cargos (conspiración para asesinar y cargos de secuestro) antes mencionados ocurrió hace más de 34 años, el gobierno (y muy probablemente el demandado) necesitará este tiempo adicional para ubicar testigos y pruebas debido al paso de un tiempo significativo”, apuntó el juez.
Y es que las sentencias dictadas contra los acusados por el asesinato de Camarena, ocurrido el 9 de febrero de 1985 en una casa en la calle Lope de Vega de la capital tapatía, se basaron en evidencias presentadas por Malone, un agente inescrupuloso y corrupto del FBI que entonces fungía como jefe de la Unidad de Pelos y Fibras del Laboratorio de esa entidad de investigación.
“Por sí solo, el testimonio de Malone de que se encontró cabello de Camarena en estos lugares no implicó directamente a Raúl López. Sin embargo, al ver la evidencia en el contexto de todo el expediente, el testimonio de Malone apoyó significativamente la inferencia de que las declaraciones de López Álvarez a Reynoso y Reyes García (un agente de la DEA y un testigo que lo inculparon) eran veraces y socavaron la defensa del peticionario de que estaba fanfarroneando o repitiendo lo que escuchó o leyó”, estableció el federal en un documento previo, fechado el 23 de febrero de 2023.
Raúl López Álvarez, exagente de la policía judicial de Guadalajara, fue detenido en Estados Unidos y encarcelado a raíz de un operativo encubierto de la DEA y fue sentenciado a cuatro sentencias consecutivas de 60 años.
Según los reportes judiciales citados por Milenio, Raúl López presumía tener experiencia en “levantar”, “dar toques eléctricos” y asesinar “con tiro de gracia” o “cuchillo” a sus víctimas, como el cliente se lo pidiera y tal como supuestamente lo había ejecutado con Kiki Camarena.
Sin embargo, hace algunos años, Raúl López argumentó que esas “habilidades” eran mentira y que sólo dijo lo de Camarena para “blofear” y hacerse el importante.
Entre los detalles que López Álvarez habría dado al agente de la DEA, Abel Reynoso, estaban que “Kiki” Camarena fue golpeado con tubos de hierro y “hasta calentamos los tubos de hierro para golpearlo”. También dijo que “fue torturado un día entero y parte de la noche”, y que “fue sacado de la casa donde lo llevaron para torturarlo y aún estaba vivo”.
El 22 de agosto de 1988, Raúl López fue condenado con base en los testimonios de Abel Reynosa y las fibras y cabellos que Michael Malone y su equipo recolectaron en los lugares de tortura y asesinato de Camarena.
En su momento, el testimonio de Michael Malone fue fundamental para que el jurado decidiera imponer una sentencia extrema al mexicano. Con las supuestas evidencias aportadas por Malone, el gobierno estadunidense concluyó que tanto López Álvarez como otros acusados –Javier Vásquez Velasco y René Verdugo– fueron quienes estuvieron en la casa de Lope de Vega y participaron en el asesinato.
René Verdugo demostró que Malone lo incriminó falsamente y salió en libertad a sus 77 años de edad. El exagente del FBI aseguró que había encontrado uno de los cabellos del mexicano en la casa de Lope de Vega, pero le versión no se pudo sostener.
Ahora, Raúl López podría seguirle los pasos, pues John A. Kronstadt, juez federal de California, ordenó que se anulen las cuatro sentencias en su contra.
López fue acusado por crímenes violentos en ayuda al crimen organizado, conspiración para secuestrar a un agente federal, participar en el secuestro y retención de un agente de la DEA con el propósito de interrogarlo y asesinato grave cometido durante y en el curso del secuestro.
El juez Kronstadt admite que, en su momento, las acusaciones estuvieron respaldadas por evidencia creíble, y que un jurado estaría sustancialmente justificado para creerlas, pero ahora las cosas han cambiado. El juez federal reconoció que el gobierno realmente no pudo probar que se encontraron cabellos de López Álvarez en la casa de la calle Lope de Vega.