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Necesaria participación de productores de coco para combatir al “picudo negro”

*Los dueños de las plantaciones deben ver las huertas de cocotero como negocio, y contribuir para que mejore la producción: Pedro de la O

MARCIAL CAMPUZANO
CHILPANCINGO, GRO.

El productor de coco en la región de la Costa Grande de Guerrero, Pedro de la O Reyes, señaló que sólo con la participación de todos los dueños de plantaciones de cocotero se podrá combatir el insecto conocido como “picudo negro” que seca las palmas de coco, y señaló que es necesario la renovación de palmeras para incrementar la producción, porque muchas están viejas y en etapa de disminución productiva.

Pedro de la O quien hace algunos años se desempeñó como director de Agroindustrias del Sur en la entidad, explicó que los problemas en las plantaciones de palmas de coco ocasionados por el “picudo negro”, comenzaron cuando inició la renovación de plantaciones, porque cuando las palmeras son jóvenes y tienen hasta 6 metros de altura son atacadas por el insecto, lo cual no ocurre cuando superan los 6 o 7 metros de altura.

Durante el tiempo en que no hubo renovación de palmeras, fue muy poca la afectación ocasionada por el insecto, indicó.

El productor de coco informó que es necesario que quienes se dedican a esa actividad la vean como un negocio con la necesidad de aplicar inversiones. Además, consideró que es necesario que haya una renovación de palmeras para recuperar la alta producción de coco que hubo hace varios años en Guerrero.

Pedro de la O no atribuyó al “picudo negro” el desplome de la producción de coco en las zonas costeras del estado de Guerrero. Dijo que ello se debe a que de las 50,000 hectáreas de coctero que existen, sólo alrededor de 10,000 han sido renovadas, en tanto que otro número importante de hectáreas ahora son utilizadas para producir mango, que es también un buen negocio que al igual que el cocotero requiere de inversiones de los productores y no depender sólo de la ayuda gubernamental.

Para combatir el “picudo negro” se requiere la participación decidida de todos los productores de coco. Primero para adquirir las feromonas con recursos propios -que atraen al insecto y los aniquila-, en razón de que no hay ayuda gubernamental para ello, y participar en la colocación de trampas.

Si sólo un productor de coco o algunos colocan trampas con feromonas, y otros no se suman, resulta contraproducente la medida para combatir al insecto, porque las feromonas lo atraen, pero si otras huertas no tienen trampas o tienen obstruidas las entradas por donde se mete, el “picudo negro” seguirá afectando las plantaciones de coco, explicó.

De las 10,000 hectáreas de palmas de coco renovadas, entre el 30 y el 35 por ciento fueron afectadas por el insecto, por eso se dice que es mucha la afectación por lo que debe ser controlado, indicó.

“Es necesario que haya una campaña para que todos los productores de coco participen en el combate del “Picudo negro” para que no sea significativa la pérdida de palmeras, esto debido a que al paso del tiempo el insecto las seca, de lo contrario será muy complicado”, indicó.

Aclaró que no es mucha la inversión que se aplica para adquirir las feromonas. Lo principal es el cuidado que los productores deben poner para que las trampas funcionen bien, atraigan a los insectos y los aniquile.

Recordó que en Guerrero hubo hace varios años más de 83,000 hectáreas sembradas de cocotero, actualmente hay alrededor de 50,000, lo que derivó en una disminución importante en la producción de coco, a lo que se suma la existencia de muchas palmeras viejas cuya producción es mínima, “con lo que el “picudo negro” nada tiene que ver en la disminución de la producción”.

Consideró que es importante que los productores de coco vean esa actividad como un negocio, porque la palmera es más rentable que otro producto agrícola porque es permanente, no se echa a perder y ahora hasta el bonote es comercializado.

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