*Horas después de la agresión, un contingente de soldados acudió al sitio donde quedó la camioneta, a la que se le apreciaban múltiples balazos en el parabrisas
*Vecinos y familiares de las víctimas increparon a los militares e incluso agredieron a dos. Tres soldados efectuaron tiros disuasivos
LUCIANO CAMPOS GARZA/APRO
NUEVO LAREDO, TAMPS.
La declaración del capitán segundo de caballería, Elio Conde Toledano, “responsable del personal” que participó en el evento ocurrido el pasado domingo 26 en la colonia Cavazos Lerma, de Nuevo Laredo, Tamaulipas, en el que murieron cinco jóvenes y otro quedó herido de gravedad, no deja lugar a dudas: los militares dispararon sin previa orden de su superior.
En dicha declaración –que aparece en el informe policial homologado, del que Proceso tiene copia–, el capitán asienta que iban 20 elementos del Ejército en cuatro vehículos. Señala que cerca de las 5:00 horas, las unidades 0916334 y la 091635 se emparejaron a la camioneta Silverado en la que viajaban los jóvenes, la cual previamente había impactado a un auto estacionado. En ese momento, de acuerdo con el documento, “se escucharon nuevamente disparos de armas de fuego”.
Declara el capitán: “Escuché que varios elementos accionaron sus armas de fuego sin que yo diera tal orden, por lo que de manera inmediata, vía radiofrecuencia, ordené alto al fuego. Posterior a ello, descendiendo de la unidad, preguntando al personal quién había disparado, de manera voluntaria y espontánea los siguientes elementos me informaron que habían disparado”: Agustín S., Jorge L., Bernardo R. y Juan Carlos G., identificados todos como cabos de caballería.
Aunque la Secretaría de la Defensa ha omitido informarlo de manera oficial, cuatro militares fueron imputados por “desobediencia” e ingresados a la prisión del Campo Militar número 1 por estos hechos, mientras continúan también bajo investigación de la instancia civil, la FGR.
El Capitán Elio describió que al aproximarse a la unidad encontró cinco muertos, un herido y otro ileso. Dos de los muertos estaban en la parte delantera de la camioneta. Otro fallecido, el lesionado y el que no fue alcanzado por los tiros, iban en el asiento trasero. Dos muertos estaban en el exterior, tirados en la banqueta. Ordenó a un cabo que le diera primeros auxilios al lesionado. “Al continuar con la inspección en el interior del vehículo no se encontró nada ilícito”, dice el informe con la declaración del Capitán.
Según su dicho, a las 5:20 horas notificó de los hechos a sus superiores.
Horas después de la agresión, un contingente de soldados acudió al sitio donde quedó la camioneta, a la que se le apreciaban múltiples balazos en el parabrisas. Vecinos y familiares de las víctimas increparon a los militares e incluso agredieron a dos. Tres soldados efectuaron tiros disuasivos, sin que hubiera lesionados.
Diligencias
forenses
Durante los días 26 y 27 de febrero, Rubén Pimentel Ruiz, agente del Ministerio Público de Procedimiento Penal Acusatorio adscrito a la Unidad General 1, efectuó en los cuerpos diligencias forenses en la Funeraria Valdez de esta ciudad, con el médico legista, según oficio 549/2003, colaboración 1/2023, al que este medio tuvo acceso, y que confirma una andanada de disparos que recibieron las víctimas.
Se indica que el cadáver identificado como D, presenta heridas por proyectil de arma de fuego en las partes temporal y occipital del cráneo, supraclavicular, tórax anterior, posterior, mano derecha, región glútea y en extremidades superiores e inferiores, con balazo en rodilla derecha. La causa de muerte es herida de proyectil penetrante en cráneo.
(Fragmento del reportaje publicado en la edición 2418 de la revista Proceso).