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Por cuarto año consecutivo, la Seder no apoya el seguro agrícola catastrófico

*Sólo $20 millones presupuestó Agricultura para reparar daños que ocasionen fenómenos climáticos

MARCIAL CAMPUZANO
CHILPANCINGO, GRO.

Los 20 millones de pesos presupuestados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural del gobierno del estado para pagar los daños que la sequía, las lluvias, los vientos y las granizadas ocasionen a las plantaciones de maíz en el próximo ciclo agrícola serán insuficientes, por la formación de huracanes que golpean con intensidad la zona costera del estado con repercusiones en el resto de la entidad.

El dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos, Evencio Romero Sotelo, señaló que en los últimos años disminuyó considerablemente el presupuesto que el gobierno etiqueta para el pago de seguros agrícolas catastróficos, toda vez que el gobierno federal ya no participa con aportaciones, que en el anterior gobierno federal representaban más del doble de lo que aporta para ese propósito el gobierno del estado.

Geográficamente el estado de Guerrero se ubica en una zona que colinda con el Océano Pacífico, que se caracteriza por la formación de huracanes que además de ocasionar daños a la agricultura, también han dejado desgracias y pérdidas millonarias en el territorio guerrerense.

Los 20 millones de pesos que presupuestó la Secretaría de Agricultura estatal, es una cantidad simbólica tomando en cuenta las más de 350,000 hectáreas que son sembradas de maíz en el ciclo de siembras primavera-verano que comprende la temporada de lluvias, dijo el dirigente campesino.

Pero además, habría que agregar que para este año se está pronosticando una prolongada sequía, que de confirmarse en el periodo de lluvias afectará cientos de hectáreas sembradas con maíz.

Evencio Romero dijo que si bien el seguro agrícola catastrófico no repara al 100 por ciento las pérdidas ocasionadas por fenómenos climáticos, representa un aliciente para los productores para que tengan la oportunidad de volver a sembrar las tierras que hayan sido afectadas por exceso de lluvia, vientos, granizadas o en su caso por sequía.

El seguro catastrófico es necesario en esta parte del sureste mexicano, porque en ocasiones la temporada de lluvias o la sequía golpean fuertemente a los productores, que en su inmensa mayoría siembran para el autoconsumo y los remanentes los comercializan, indicó.

Lamentablemente, agregó, el gobierno federal abandonó al campo guerrerense y del resto del país, con la cancelación de programas diversos que alentaban la producción de alimentos, y que combatían plagas en los cultivos y enfermedades en los animales de consumo humano.

Hizo votos porque en la próxima temporada de lluvias que iniciará en la segunda quincena de mayo, no ocurran fenómenos climáticos que afecten la producción de alimentos, sobre todo de maíz que es el principal cultivo que se practica en el estado de Guerrero.

Recordó que en el pasado reciente hubo hasta más de 100 millones de pesos en las mezclas de recursos federales y estatales para integrar el seguro agrícola catastrófico, y ahora solamente el gobierno afronta esa situación con 20 millones porque la Federación retiró los apoyos.

Dijo no entender a quienes asesoran al presidente de la República en materia agropecuaria, porque el campo mexicano puede ser el detonante en la producción de alimentos para no depender de otros países, y no estar sufriendo incrementos en los precios de los productos que integran la canasta básica.

“Si ustedes se dan cuenta muchos alimentos producidos en el campo incrementaron sus precios, entre éstos el huevo, el frijol, la tortilla, la cebolla, el jitomate, entre otros. Si realmente el presidente de México se hubiese ceñido a lo que dijo como candidato de que habría en México soberanía alimentaria y no depender de nadie, les aseguro que no estuviéramos viviendo los incrementos de casi el 100 por ciento de la canasta básica”, indicó.

Evencio Romero aclaró que el campo mexicano ha sido el “patito feo” del presupuesto federal”, y que de ello mucha culpa la tienen los diputados federales que son los que aprueban los presupuestos federales.

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