Yafet y Omar, 15 años desaparecidos en Iguala

*Son víctimas de “la guerra” desatada por Felipe Calderón

*Su padre, Carlos Raúl Canaan los busca desde el año 2008, aclara que no ha perdido la fe

*Exige que se apruebe la Ley General en Materia de la Desaparición Forzada de Personas, para financiar los trabajos de búsqueda

YASMÍN GARCÍA CHINO
SNI/CHILPANCINGO, GRO.

Los hijos de 21 y 24 años del señor Carlos Raúl Canaan, son dos víctimas directas de la denominada “guerra contra el narcotráfico” desatada por el ex presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, en su lucha por ganar legitimidad ante la comunidad nacional.

Esa confrontación desatada el 11 de diciembre de 2006, representa para la ciudad de Iguala de la Independencia cientos, incluso podrían ser miles de personas desaparecidas.

En el año 2008, Carlos Raúl Canaan Ramírez perdió a sus dos hijos, el mayor de 24 y el menor de 21; Yafet y Omar Canaan Miranda, quienes salieron de su pueblo, Mezcala, ubicado a 50 kilómetros de la cuna de bandera.

Ellos viajaron a bordo de una camioneta de su propiedad, iban por gasolina y junto con ellos viajaba un primo y un amigo de la familia.

Su padre, Carlos Raúl Canaan los topó en la carretera federal cuando avanzaban rumbo a iguala, los saludó al momento de cruzar trayectorias y fue la ultima vez que los vio.

La noche del 30 de agosto, la madre de los dos jóvenes fue la primera en presentir que algo pasaba porque sus hijos no llegaban.

La señora dijo a don Carlos que ya era muy noche para que no regresaran, por lo que decidieron ir buscarlos.

En el trayecto, algunas personas les dieron razón de que la camioneta en la que viajaban se encontraba a unos 30 metros de la zona roja de Iguala, lo que confirmaron más tarde.

Al encontrar la unidad, esta presentaba varios impactos de bala, en su interior estaban dos cadáveres que fueron los del amigo y primo de los hermanos Canaan, pero de Omar y Yafer nunca se conoció el paradero.

Don Carlos relató que las autoridades encargadas de realizar las diligencias no realizaron su trabajo, solo se dedicaron a desvalijar la camioneta.

“Lo que a mí me molesta es que no hicieron el levantamiento de la unidad, no establecieron cuantos balazos tenia, que trayectorias, no precisaron qué calibres se utilizaron. No hicieron nada; la desvalijaron por completo, pues las dos llantas nuevas se las quitaron y entre otras cosas, le despojaron del aire acondicionado”.

15 años de

búsqueda

El señor Canaan lleva hasta el momento 15 años buscando a sus hijos.

Los ha rastreado en cerros y en fosas clandestinas, fue parte del grupo que dio vida al colectivo “Los otros desaparecidos de Iguala”, que fue el primer grupo organizado que en encontró fosas con cuerpos en la periferia de Iguala, tras la desaparición de los 43 normalistas rurales de Ayotzinapa.

Hasta la fecha, los buscadores con los que se coordina el señor Canaan han encontrado más de 200 cuerpos, de los que se han entregado 98 a sus familiares.

El señor Carlos Raúl ahora está en una silla de ruedas, le amputaron una pierna debido a que padece diabetes, sin embargo, esa no es una limitante para seguir buscando a sus dos hijos.

Omar, el primogénito tiene dos hijos que lo esperan en casa, que esperan un día tener información sobre el destino que corrió su padre.

Urge la Ley

En sus trabajos de búsqueda, don Carlos carga las fotografías de sus dos hijos, al congreso del estado de Guerrero le pidió aprobar la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, ya que el gobierno federal y estatal se las exigen para destinar los recursos que se necesitan para realizar las búsquedas.

“Los familiares necesitamos esa ley para que el estado destine recursos, porque uno de los inconvenientes es que no hay recursos, los políticos tienen mucha lengua y poca seriedad; cuando quieren el voto andan atrás de uno, después ni nos ven”.

A los diputados les pidió legislar y aprobar la ley ya que es para seguir buscando a los miles de desaparecidos en la entidad.

“Las autoridades y los diputados piensan que están libres de que alguno de sus seres queridos desaparezca, pero no es así, en México desaparecen personas todos los días, Dios quiera que nunca les pase y tengan un familiar desaparecido”, recalcó.

Advirtió que el colectivo los otros desaparecidos de Iguala es el más grande de la entidad, ellos pelearán por que se apruebe la Ley, por eso es que ya realizaron una primera movilización que culminó en las instalaciones del Congreso.

“La decepción hacía las autoridades existe, no hemos visto que apliquen una Ley, tampoco a entablar mesas de trabajo con el ministerio público federal, ellos nos preguntan que como vamos, cuando deberían ser ellos quienes nos informen”, reprochó.

Para cubrirse del sol don Carlos porta un gorro en color verde, debajo de su playera en color rojo tiene una sudadera en color negro.

Su rostro refleja cansancio pero aclara que de ninguna manera se siente derrotado.

Durante los 15 años de búsqueda, dice que ha recibido cientos de llamadas de extorsión, le dicen que saben en dónde están sus hijos pero debe de aportar una cierta cantidad de dinero, lo que nunca ha creído.

“Ahora ya no caigo tan fácil como antes, pido pruebas de vida y luego dejan de marcar”, relata.

A sus dos hijos les envió un mensaje: “Debo decirles que nunca los hemos dejado de buscar que solo queremos que regresen a la casa, no perderé la fe y pelearé hasta encontrarlos”.