Asesinato contra los jóvenes es un patrón en el mes de marzo
JOSÉ MIGUEL SÁNCHEZ
AMAPOLA PERIODISMO
Durante marzo, 13 jóvenes fueron asesinados de manera violenta en distintos hechos en Guerrero. Académicos y activistas advierten un patrón en los homicidios que deben ser investigados y analizados como causas de la violencia.
El caso más reciente fue el de Crisóforo Crescencio Mateos, de 21 años, de quien hallaron su cadáver el pasado 22 de marzo, cinco días después de su desaparición en la comunidad de Tierra Blanca, municipio de Ayutla de los Libres, en la Costa Chica de Guerrero.
El cadáver de Crisóforo lo dejaron sobre la carretera El Aguacate-Ayutla de los Libres, en una barranca y en avanzado estado de descomposición, de acuerdo con información del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan.
Crisóforo era originario de la comunidad de San Juan de los Pinos, municipio de Acatepec y cursaba el cuarto año en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), en Ayutla de los Libres; estaba a tres meses de graduarse como licenciado en Educación Indígena.
La familia de Crisóforo levantó la denuncia por su desaparición ante el Ministerio Público de Ayutla, y las autoridades activaron la Alerta Amber. En la ficha difundieron que el joven salió de su casa el 18 de marzo con la intención de acudir a una fiesta con su novia y un primo al poblado de Tierra Blanca.
De acuerdo con lo relatado por el padre de Crisóforo, el joven estuvo en esa fiesta con la novia y el primo, pero en algún punto del trayecto de regreso a Ayutla, que hizo solo, desapareció. La desaparición ocurrió la noche del 18 de marzo, y hasta el 22 fue reportado por las autoridades como “localizado sin vida”.
El cadáver de Crisóforo lo hallaron sus familiares, amigos y vecinos en su propio pueblo, San Juan de los Pinos, el miércoles 23 de marzo, en una búsqueda que ellos mismos emprendieron ante la inacción de la Fiscalía General del Estado (FGE). Tlachinollan denunció que la FGE nunca realizó labores de búsqueda.
La noche que hallaron el cadáver de Crisóforo, la familia, como pudo, lo trasladó en bolsas de plástico a su hogar para darle la cristiana sepultura.
Hasta el momento, informaron, la FGE no ha llamado a declarar a las últimas personas que tuvieron contacto con Crisóforo; acusaron de omisiones a la dependencia.
Muertes
violentas
Además del caso de Crisóforo, el Centro de Estudios sobre Infancias y Juventudes en Guerrero (Ceijgro) registró otros nueve asesinatos cometidos contra jóvenes en marzo pasado.
Algunos de los casos que el Ceijgro documentó este mes y a los que Amapola, periodismo transgresor dio seguimiento son los siguientes:
El 1de marzo tres jóvenes fueron asesinados a balazos en el poblado de San Pedro Las Playas, en la zona rural de Acapulco. El crimen ocurrió a las 17:50 horas del miércoles 23 de marzo, cerca de la Comisaría Municipal de esa localidad, en la calle principal, del poblado ubicado al oriente de este destino turístico.
Las víctimas fueron identificadas como Dalver N, Alejandro N, y Humberto N, de 25, 26 y 27 años, respectivamente.
El 8 de marzo los cadáveres de dos personas, un joven y un adulto, fueron hallados en el basurero del municipio de Tecoanapa, Costa Chica.
Una de las víctimas fue identificada por familiares con el nombre de Alejo N, de 16 años, vecino de la comunidad Tlacoyoyotepec.
“Por la forma de comisión del delito y los indicios localizados, se presume la participación de grupos relacionados con la delincuencia organizada”, informó la FGE en un primer reporte de los hechos. Nada diferente a lo que siempre reporta.
El 14 de marzo asesinaron a Katia N, de 18 años.
El reporte de la FGE menciona que Katia murió la noche del 14 de marzo en el Hospital IMSS de Coyuca de Benítez, a causa de una herida por proyectil de arma de fuego.
Katia les dijo a sus padres que saldría a comprar comida, pero pasó el tiempo y ya no regresó a su casa.
A las 10 de la noche que les notificaron a los padres de la joven que su hija estaba en el hospital herida por un disparo en la cabeza.
La mañana del 15 de marzo, el cadáver de un adolescente de 17 años fue hallado en la colonia Ruffo Figueroa, en la ciudad de Iguala, en la región Norte de Guerrero.
El hecho se reportó a las autoridades alrededor de las ocho de la mañana; ocurrió a un costado del cauce del río San Juan, entre las calle Campeche y Tabasco, en la zona poniente de Iguala.
De acuerdo con los reportes policiacos, el martes 14 de marzo por la noche, vecinos del lugar escucharon disparos en la zona; a la mañana siguiente hallaron el cadáver.
En otro hecho, del 21 de marzo por la mañana, dos jóvenes fueron asesinados al interior de un inmueble en la comunidad de San Vicente Palapa, en Tepecoacuilco.
De acuerdo con los reportes policiacos, un grupo de hombres armados irrumpieron en su vivienda para matarlo; su primo trató de defenderlo, pero también lo asesinaron.
Los jóvenes asesinados fueron identificados como Félix de 21 años y Alberto de 22 años.
El mismo 21 de marzo, por la noche, un joven de 25 años fue asesinado a balazos en la calle principal de la colonia San Rafael Oriente, al oriente de Chilpancingo.
El homicidio ocurrió minutos antes de las diez de la noche. A unos pasos de su casa fue interceptado por varios individuos armados y lo asesinaron a balazos.
Todos los asesinatos aquí descritos ocurrieron en un contexto de violencia, por arma de fuego, desaparecidos y hallados con signos de tortura.
Revisión
La antropóloga y coordinadora del Ceijgro, Rosa Isela Robles Jiménez, plantea la hipótesis de que los asesinatos contra jóvenes son cometidos por otros jóvenes.
“Lo que implica analizar primeramente qué condición social está empujando a las y los jóvenes a insertarse en espacios de elevado riesgo, tanto quienes se convierten de manera involuntaria en víctimas y de los victimarios”, mencionó Robles Jiménez.
Esto se da en un contexto en el los jóvenes no tienen oportunidades laborales ni educativas por lo que se ven en la necesidad de poner en riesgo su vida para acceder a mejores oportunidades.
La antropóloga agregó que la violencia que viven hoy los jóvenes se deben a situaciones de precariedad, “situación que los empuja a realizar actividades que los posiciona en condiciones de elevada vulnerabilidad”.
“Esto no quiere decir que sean culpables, mucho menos que lo merezcan, esto es un tema estructural y de condiciones de vida, tiene un origen social, económico y laboral que tienen que atender las instituciones”, mencionó Robles Jiménez.
Sobre el asesinato de Crisóforo, Tlachinollan mencionó que evitarían hablar del tema por decisión de la familia, pero en un breve pronunciamiento llamó a las autoridades a atender a la familia.
“No es posible que se sigan repitiendo estos lamentables hechos. Las autoridades deben atender de manera inmediata a las familias que son presas de la inseguridad, como Crisóforo que sólo quería ser alguien en la vida para ayudar a sus padres”, se lee en un comunicado que difundió Tlachinollan.
Violencia
disparada
De acuerdo con un recuento que realiza Amapola, periodismo transgresor, durante marzo ocurrieron 128 asesinatos en Guerrero, de los cuales 10 fueron mujeres.
Acapulco es la ciudad con más asesinatos acumulados, con 39; le siguen Iguala, con 24 y Chilpancingo, con 12 homicidios.
En menor medida están Zihuatanejo, con nueve homicidios; Coyuca de Catalán, con siete y Juan R Escudero, con seis.
El 31 de marzo, el último día del mes, tres jóvenes, que no se registraron en la base de datos del Ceijgro, fueron asesinados en distintos hechos, de acuerdo con el conteo de Amapola.
En Zumpango, cabecera de Eduardo Neri, el joven José Ignacio N, de 23 años, fue asesinado a balazos cerca de su casa, en la colonia La Guadalupe.
El otro caso ocurrió en Tecoanapa, en la Costa Chica de la entidad, el cadáver de un joven que fue asesinado a balazos lo hallaron en el basurero de la comunidad de El Pericón
Por último, en Iguala, un joven que fue identificado como Javier N, de 23 años, fue asesinado a balazos en el interior del Rastro Municipal. Fuentes policiacas informaron que hombres armados ingresaron y le dispararon a Javier en al menos10 ocasiones.
Con estos tres casos en total serían 13 jóvenes los asesinados en marzo.
El mes pasado, febrero, cerró con 103 personas asesinadas, y de igual forma Acapulco, Iguala y Chilpancingo ocuparon los tres primeros lugares en las estadísticas.