*José de Jesús González, obispo en funciones se mantiene a distancia de las organizaciones criminales
*Salvador Rangel Mendoza, obispo emérito sostiene que a partir de su intervención, la Semana Santa 2023 se llevó a cabo en Taxco
JESÚS DORANTES/SNI
CHILPANCINGO, GRO.
La Semana Santa 2023 dejó en claro que en la Diócesis Chilpancingo-Chilapa hay dos obispos; uno en funciones y uno emérito, uno dispuesto a dialogar con los grupos del crimen, el otro ha decidido mantenerse a distancia, discreto y sin entrar en una ruta de confrontación con las autoridades.
El pasado 21 de marzo en un diario de circulación estatal se denunció por parte de las Hermandades que participan en las procesiones de Taxco (Flagelantes, Ánimas y Enzarzados), que el grupo delictivo conocido como La Familia Michoacana (FM) había solicitado los registros de los participantes.
La medida, con la intención de imponer una cuota a quienes pretendían participar durante los recorridos del 2023, situación que generó temor entre las Hermandades.
Se aclara que nunca hubo amenazas directas.
La noticia circuló en medios nacionales y por parte del gobierno se anunciaron acciones comprendidas en el operativo de Semana Santa, que como cada año, despliega una cantidad importante de fuerzas de seguridad en los principales los destinos turísticos, entre los que se encuentra Taxco de Alarcón.
El pasado 2 de abril se celebró el Domingo de Ramos en la plaza cívica Primer Congreso de Anáhuac de Chilpancingo, el evento fue oficiado por el obispo en funciones José de Jesús González Hernández.
Quien al ser cuestionado sobre la existencia de extorsiones a los penitentes en la Región Norte, monseñor González Hernández negó tener conocimiento del tema o recibir alguna denuncia de parte de los sacerdotes que se encuentran en la zona.
“Seguramente fue un mal entendido, alguna cizaña por ahí, pero nosotros estamos muy contentos de celebrar la semana santa, esperamos que sea pacifica, sino, pues hay que rezar para que sea pacifica”, aseguró el prelado.
Cuestionado sobre la veracidad de las denuncias, hizo referencia a que quizás sí podría pasar algo, pero aclaró que él no tenía conocimiento de algún caso en específico, pero deslizó un chascarrillo en el sentido de que sobre el tema podría existir gente interesada en llamar la atención.
“Alguien quizás si se atreva a decir algo, pero yo pienso que para hacer noticia, no para impedir una celebración tan importante”, acotó.
Una semana después, el 9 de abril a la mitad del periodo vacacional, en el municipio de Chilapa de Álvarez el obispo emérito Salvador Rangel Mendoza, aseguró que las extorsiones, asesinatos y amenazas se detuvieron por su intervención.
Rangel Mendoza reveló tiempo atrás, tuvo una reunión con el jefe de plaza de Taxco, al que se refirió como “El Rany”.
“Yo hace tiempo había declarado que había ha hablado con Rany el jefe de la plaza de esa zona, aunque ahorita esta en la cárcel pero el me prometió que le iba a bajar al crimen a los asesinatos”.
Detalló que el tío de los hijos de este personaje, quien ahora está preso es su interlocutor para hacerle peticiones, por lo que buscó la mediación.
“Yo tengo una persona conocida que viene siendo el tío de los hijos del Rany, cuando les mando pedir algo ellos saben que el papá tiene un pacto conmigo, incluso una vez el llegó a decir -Yo le prometí a mi amigo chava que la íbamos a calmar- “.
Ante dicho pacto, Rangel Mendoza refirió que hizo el exhorto para que “dejaran pasar la Semana Santa en tranquilidad, tanto en Taxco como en toda la zona Norte”, lo que evitó que se generara más violencia.