Minas a cielo abierto atentan contra la ecología, la flora y la fauna: Toledo
*Sin embargo, el funcionario recomienda no cerrarse a la actividad minera sino buscar menores impactos ambientales
*También considera que la mejor solución sería la construcción proyectos de desarrollo territorial en torno de las mineras para generar impactos económicos, sociales y ambientales en sus alrededores
*También pide que se socialice la Ley Minera que está envió el presidente de la República a la Cámara de Diputados, y no dar un cheque en blanco a las empresas extractoras
MARCIAL CAMPUZANO
CHILPANCINGO, GRO.
El procurador de Protección Ecológica en el estado Carlos Toledo Manzur, alertó que la explotación de minas a cielo abierto atenta contra la ecología, la flora y la fauna. Consideró además que es necesario revisar si las empresas mineras que operan en Guerrero, tratan las aguas que utilizan para que no contaminen los mantos freáticos y cuerpos de agua que hay en los alrededores.
Dio a conocer que la mina de Carrizalillo que se encuentra en territorios que pertenecen al municipio de Eduardo Neri, tiene un radio de explotación a cielo abierto de más de 1,000 hectáreas; mientras que la mina Media Luna lo hace en una superficie de entre 400 y 600 hectáreas.
Señaló que es altamente necesario verificar si las empresas mineras que operan en Guerrero, tratan las aguas residuales que emplean en la extracción de metales preciosos, aunque varias afirman que emplean un tratamiento cerrado de las aguas residuales para evitar que contaminen.
La empresa Media Luna que opera en tierras pertenecientes al poblado de Mezcala, desarrolla un proyecto de monitoreo de fluidos y de los cuerpos de agua que hay alrededor de la mina con la participación de la Universidad Autónoma de Guerrero, con una visión de estudio participativo con presencia de habitantes de comunidades situadas alrededor de la mina, para que verifiquen que no son contaminados los mantos freáticos ni los cuerpos de agua cercanos a la mina.
Aclaró que desconoce si otras empresas mineras que operan en Guerrero tienen un control de sus aguas residuales, “por lo que valdría la pena que un estudio semejante se haga para todas las mineras y que éstas lo financien”.
Toledo Manzur dijo que las minas explotadas a cielo abierto generan serios daños a la biodiversidad, generando un problema muy serio por la pérdida de flora y fauna y ecosistemas naturales.
Citó que la empresa Media Luna explota alrededor de 600 hectáreas a cielo abierto; mientras que la de Carrizalillo explota alrededor de 1,000 hectáreas, y siempre han argumentado que cumplen con la ley porque reforestan, “pero destruyen ecosistemas con un gran valor biológico con la pérdida de especies endémicas, que reponen reforestando superficies pequeñas con especies que no siempre son nativas y muchas veces acaban en fracasos”.
El funcionario dijo que sería conveniente realizar un ejercicio de evaluación de todas las minares que operan en el estado, en el aspecto ambiental como social para verificar si hay beneficios con las comunidades aledañas.
Sería importante hacer una evaluación de los impactos ambientales y sociales de todas las empresas mineras, y que éstas se sometan a evaluaciones para cerciorarse si efectivamente cumplen con las normas, porque sólo de esa manera se conocerán los impactos y los beneficios que generan.
Consideró que sería ideal que las empresas mineras construyan proyectos de desarrollo regional territorial en torno de las mineras. “Si una empresa explota 20 años los recursos minerales, que en ese periodo se vislumbren beneficios económicos, sociales y ambientales en los alrededores de las minas, para que cuando se retiren no quede un desastre ambiental y social, sino que quede una región que desarrolló sus capacidades económicas”.
Lo ideal es asegurarse que la minería genere los menores impactos ambientales, y los mayores impactos sobre la sociedad y desarrollo de la economía de los guerrerenses, indicó.
No cerrarse
Con todo, para el titular de la Procuraduría de Protección Ambiental del Estado de Guerrero (Propaeg), Carlos Toledo Manzur, a pesar de lo polémica que resulta la actividad minera en el país y en Guerrero en particular, no hay por qué cerrarse a ello ni satanizarla, sino buscar que tenga el menor impacto medioambiental pero sí el mayor y mejor resultado sobre la sociedad y en el desarrollo de la economía guerrerense.
Acerca de la iniciativa de reformas a la Ley Minera del Estado, planteada por el diputado local por el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Guevara Cárdenas, después de que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, envío a la Cámara de Diputados federal una iniciativa con la intención de transformar radicalmente la regulación de las concesiones mineras en el país, el funcionario estatal consideró necesario socializar tales propuestas para discutirse y analizarse.
Cuestionado respecto a la actividad minera en la entidad, consideró que este es un tema importante para revisar, porque se dicen muchas cosas, pues mientras que hay quienes dicen que son benéficas para el estado otros dicen que no, es decir, “es muy polémico el asunto”.
Mencionó que se debe cuidar que la actividad minera no afecte el medio ambiente, que no contaminen con sus aguas residuales los ríos y arroyos y vigilar que las mineras lleven a cabo un manejo cerrado de sus aguas residuales y en este sentido, dijo tener conocimiento que la Minera Media Luna tiene un manejo adecuado de sus residuos.
Insistió que en lo que sí hay un problema muy serio es en el impacto que la minería genera en la biodiversidad, porque las minas son a cielo abierto y el efecto es muy fuerte, ya que se “rebanan” los cerros y, por ejemplo, la propia Media Luna trabaja en alrededor de 600 hectáreas, mientras que la que labora en Carrizalillo afecta más de mil hectáreas.
Apuntó que los directivos de estas mineras afirman que cumplen con la ley, “y efectivamente lo hacen, porque llevan a cabo trabajos de reforestación, pero la realidad es que destruyen ecosistemas con un gran valor biológico, con especies endémicas y los reponen reforestando superficies pequeñas y con especies que no siempre son nativas, por lo que el impacto es muy grave de las mineras sobre el entorno, por lo que se debería de encontrar una manera de reponerlo”.
Consideró que la mejor solución sería la construcción proyectos de desarrollo regional territorial en torno de las mineras para generar impactos económicos, sociales y ambientales en sus alrededores, de tal manera que cuando se retire la mina no quede un desastre ambiental y de esta manera la empresa minera se haga responsable del futuro de las comunidades cercanas.
—Entonces ¿es usted de la idea de no cerrarse a la actividad minera en la entidad, pero sí con sentido social?
—Así es, buscar la manera de asegurarse de que la minería tenga los menores impactos ambientales y los mayores impactos sobre la sociedad y sobre el desarrollo de la sociedad y la economía guerrerense.