Salen familias de San Antonio de las Tejas presionados por grupos armados

*Se desplazaron hacia Tecpan de Galeana

JESÚS GUERRERO
AMAPOLA PERIODISMO

A bordo de camionetas y cuatrimotos unas 200 personas salieron este lunes de su comunidad de San Antonio de las Tejas, del municipio de Coyuca de Catalán por amenazas de integrantes de un grupo del crimen organizado y por la falta de apoyo del gobierno de la morenista Evelyn Salgado Pineda, dijeron

Las 34 familias se desplazaron hacia la cabecera municipal de Tecpan de Galeana en donde llegaron el lunes a las diez de la noche luego de realizar un recorrido de nueve horas por un camino de terracería y ante el peligro de ser atacados a balazos por miembros de la Familia Michoacana.

Son niños, ancianos, hombres y mujeres los que salieron desplazados de su pueblo que fue atacado a balazos por los delincuentes.

Salieron el lunes a las 13 horas de su comunidad y llegaron nueve horas después a Tecpan de Galeana y ante la falta de un albergue durmieron en la plaza central de esta localidad.

Aunque las autoridades del municipio les enviaron cobijas y comida caliente.

Hasta este martes, el gobierno del estado no ha brindado atención a las familias desplazadas de esta comunidad.

La Ley 487 para Atender y Prevenir y Atender el Desplazamiento Interno del Estado de Guerrero establece la obligación de las autoridades estatales de darles atención médica, alimenticia, lugar donde vivir y educación a la gente que por diversas razones se desplacen de sus comunidades.

Las familias de San Antonio de las Tejas antes de salir de su pueblo pidieron a las autoridades estatales el acompañamiento de la Policía Ministerial y Policía estatal para llegar a Tecpan sin ningún contratiempo.

Pero ninguna corporación policiaca o el Ejército llegó a San Antonio para darle el acompañamiento a la gente.

Cuatro familias, en su mayoría personas de la tercera edad, decidieron quedarse en el pueblo en donde recientemente llegó una patrulla de la Policía Ministerial para brindarles seguridad.

Sin embargo, la mayoría de la ciudadanía consideró que estas medidas de seguridad eran insuficientes y decidieron salirse ante el temor de que nuevamente sean agredidos por los miembros de la FM.

Antecedentes

El 19 de marzo, un convoy del Ejército se enfrentó a tiros con un grupo de integrantes de la Familia Michoacana (FM) en la comunidad de El Pescado, del municipio de Coyuca de Catalán.

Orbelín Hernández, alías «El Gordo» lugarteniente de los líderes de la FM, José Alfredo y Jhonny Hurtado Olascoaga y dos de sus hijos además de otros dos murieron en ese choque armado en el que también fallecieron dos soldados.

La muerte de «El Gordo» no ha establecido que haya menos riesgo de ataques contra los pobladores de esta zona de la Sierra.

Después de las agresiones que ha perpetrado la FM en esta zona de Costa Grande y Tierra Caliente, el gobierno instaló campamentos con fuerzas federales y estatales en siete puntos: en Santa Rosa, Las Mesas, El Banco, Corrales, El Durazno, San Antonio Tejas y Bayados.

Pero pese a que se instalaron estos siete bases de operaciones mixtas, las familias de Los Bayados y San Antonio Tejas, se salieron de sus comunidades.

En el caso de los desplazados de Los Bayados viven en la comunidad de El Súchil, del municipio de Tecpan.

Los pobladores desplazados dejaron sus huertas, casas y bienes materiales pero tienen la esperanza de que las autoridades les garanticen su regreso.

En Tecpan

En cuatrimotos y en camionetas, este numeroso grupo de ciudadanos serranos llegaron al zócalo de la cabecera municipal, para pernoctar ahí en espera de que llegue la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y el secretario general de gobierno, Marcial Ludwig Reynoso, para exponerles la situación por la que pasan desde hace un buen tiempo, sin que ninguna autoridad les haga caso.

Dijeron en entrevista que dejaron todo allá, sus animales, sus cosechas de aguacates; todo por salvar sus vidas ante las constantes amenazas que reciben de parte de los miembros de la delincuencia organizada.

Son en su mayoría, miembros del programa federal “Sembrando Vida”, empero no ven que las autoridades federales hagan algo al respeto para garantizarles seguridad, salud y la educación de sus hijos en esa zona de la Sierra.