Critica Martiní que dirigentes del PRI prefieran sus reuniones “fifís”
BALTAZAR JIMÉNEZ ROSALES
ZÓCALO/CHILPANCINGO, GRO.
El ex presidente municipal de Taxco de Alarcón y consejero nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Martiní Castillo, criticó que los dirigentes nacional y estatal de este instituto político, Alejandro Moreno Cárdenas y Alejandro Bravo Abarca, respectivamente, continúen en la tónica de sostener reuniones “fifís” en salones de lujo de hoteles de cinco estrellas e ignoren a la militancia
Reprochó el hecho de que lejos de sostener un diálogo de frente a la ciudadanía y mantener el contacto directo con la militancia, hayan preferido convocar “a una reunión ‘fifí’, que no se celebró en instalaciones del partido ni en ninguna de las colonias, yo creo que tuvieron preocupación que en esas colonias estuvieran a cielo abierto y con el calor que está haciendo se hubieran molestado por el calor”.
Y es que dijo que hace unos días, a invitación del presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Alejandro Bravo Abarca, el dirigente nacional del tricolor, Alejandro Moreno Cárdenas, también conocido como “Alito”, acudió a una reunión en el puerto de Acapulco en un salón de conocido hotel del puerto dejando de lado a la militancia del PRI sin ser escuchada.
Al respecto, enfatizó: “en el PRI no entienden que ya no somos el partido pragmático, el partido que era el más fuerte en el estado de Guerrero, siguen teniendo acciones como si fuéramos ese partido”.
Por ello pidió a las dirigencias nacional y estatal de su partido que bajen a territorio y no se reúnan en privado y en salones de lujo, pues les recordó que el tricolor gobierna solamente el cuatro por ciento de la población del país “y a pesar de ello pareciera que aún continúan como partido hegemónico a nivel nacional”.
A manera de ejemplo, Martiní Castillo comentó que el municipio de Acapulco representa un padrón importante pues su población supera la de estados como Baja California Sur, Colima, Nayarit y Campeche por lo que consideró que debiera ser tratado como un municipio importantísimo que atender.
Recordó que, en la elección del 2021, Acapulco le dio más de 90 mil voto al PRI, y es que en sus más de 500 colonias habitan más de 400 mil personas.
Por lo anterior, remarcó que la reunión a la que acudió el dirigente nacional, en Acapulco, era en esencia una reunión de trabajo, por lo cual debió celebrarse “en la casa del partido” o bien en una de las 500 colonias del puerto para conocer de cerca la problemática que tienen, como las carencias de servicios públicos, carencias en infraestructura educativa, pavimentación de calles, entre otras necesidades que pudiera tener, expreso.
Aseguro que a dicha reunión asistieron “50 distinguidos asistentes”, en la zona Diamante de Acapulco, reprochó.
Insistió que “se debe tener contacto directo con la militancia, con la ciudadanía para escucharlos. El PRI en este momento a nivel nacional solamente va a gobernar dos estados de la República, Durango y Coahuila, es decir, sólo el cuatro por ciento de la población del país, “y en Guerrero también gobiernan muy pocos municipios como para que ahora el municipio más importante, el que da más votos, el que le dio 90 mil votos priistas en la pasada elección, se desprecie a la militancia y se prefiera un salón con mesas muy bien montadas con manteles muy bonitos”.
Indicó que lo mejor sería que las dirigencias tanto estatal como nacional se refugiaran en la militancia para reencontrarse, dialogar y escuchar sus reclamos de que les molesta y agravia.
Aseguro que en Acapulco existe una “importantísima” militancia tricolor, por lo que considero debe tenérsele respeto principalmente por los 90 mil votos que asegura dieron en la pasada elección.
Señaló que a “Alejandro Bravo, que es de Zihuatanejo, le encanta andar en el Club de Golf, pero creo que reunirse en el Holiday Inn con el dirigente nacional del PRI no fue correcto”, esto denota falta de inteligencia, de respeto, prudencia, ni sensibilidad, porque ninguna de las cabezas que acudieron a esta reunión se le ocurrió que dicha reunión fuera en una colonia popular porteña, como la Jardín, Zapata, Coloso o en alguna otra.