* En el panteón central, cientos de amigos, familiares y empresarios despiden a José Guadalupe Fuentes y su hijo José Manuel
ROGELIO AGUSTÍN/SNI
CHILPANCINGO, GRO.
Familiares, empresarios, grupos de bikers y amigos de José Guadalupe Fuentes Brito y su hijo, José Manuel Fuentes Calvo, asesinados la noche del sábado 29 de julio en la Autopista del Sol, les dieron el último adiós en el panteón central de la capital del estado, con un discreto clamor de justicia.
Los familiares y amigos fueron citados a partir de las 14:00 horas en la capilla del antiguo panteón de la cabecera municipal de Chilpancingo.
El velorio se realizó de manera discreta, con mucha concurrencia, porque tanto el hijo como el padre tenían vínculos amistosos muy amplios en la capital del estado.
Hasta la tarde del lunes, la Fiscalía General del Estado (FGE) no había dado a conocer información relacionada con el hecho, ni siquiera el boletín con el que tradicionalmente se indica que ya se integró la carpeta de investigación correspondiente.
Para el mediodía del lunes 32, en varios portales de la capital de Guerrero ya se había retomado el clip de la conferencia matutina del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en donde habla de la tercera víctima mortal de los hechos del sábado 29 en el retorno de San Judas Tadeo, el chofer de una camioneta de pasajeros de la ruta que va hacia Paso Morelos.
“Se piensa que el señor de la camioneta vio algo sobre el crimen del señor y su hijo y por eso también lo asesinaron. Se está investigando”, dijo el titular del Ejecutivo federal.
En los reportes policiacos que se conocen hasta el momento, se sabe que el doble asesinato se registró en el kilómetro 238 de la Autopista del Sol, a la altura del puente conocido como La Huaracha, en territorio del municipio d Eduardo Neri.
El señor José Guadalupe Fuentes Brito tenía 49 años de edad, su hijo José Manuel apenas 20, la esposa y madre de las víctimas se sabe que fue hospitalizada a partir de que también presenta una herida de bala.
Los delincuentes que los interceptaron, sometieron y asesinaron, y se llevaron una camioneta Tacoma de color azul.
El último
adiós
La convocatoria para el último adiós del señor José Guadalupe y su hijo José Manuel llegaron cientos de personas, muchos comerciantes locales, jóvenes e integrantes de varios clubes de motociclistas.
En la parroquia del panteón central se realizó la misa de cuerpo presente, la iglesia lució con lleno total, los que no cupieron se dispersaron bajo la sombra de los árboles que se encuentran en los alrededores.
Cuando la ceremonia religiosa terminó, uno de los hombres que llegaron con las motocicletas gritó: ¡Bikers, saludar ya!
Durante más de un minuto, los motores de motocicletas deportivas y clásicas rugieron, para luego acompañar a los dos féretros hacia su última morada.
Hubo un discreto clamor de justicia, provocado por el miedo que impone un hecho tan repentino y doloroso, como lo es el acto de sepultar en un mismo día a un padre junto con su hijo.
