*Viven con miedo, al ver morir a varios de sus compañeros
JESÚS DORANTES/SNI
CHILPANCINGO, GRO.
Los hechos violentos que paralizaron al transporte público en Chilpancingo durante dos días, provocaron que varios trabajadores del volante renunciaran al trabajo, que en algunos casos han desempeñado durante décadas.
Aunque este miércoles se reactivó el servicio y se puso en marcha un dispositivo de seguridad, hay miedo a nuevos embates de los grupos que se disputan el control de la ciudad.
Por temor, un trabajador que ha decidido dejar el oficio y que pide el beneficio del anonimato, relató a este medio que en 20 años que lleva manejando, nunca había vivido una situación en la que tuviera que suspender sus labores por temor a ser asesinado.
Otro elemento que se debe tomar en cuenta, es el hecho de que ante las constantes pausas, no se puede generar ingresos para su familia, porque lo principal es preservar la integridad personal.
“Nos lastima mucho el bolsillo cada que tenemos que parar, este lunes y martes estuve sin llevar el sustento a mis familiares, aunque estos días hicimos a un lado lo económico y le damos preferencia a nuestra integridad física”.
Ante la necesidad de regresar a laborar, también hizo referencia que la muerte de sus tres compañeros, el lunes 7 de agosto, provocó tal impacto que varios de sus compañeros prefirieran abandonar el volante.
“Hay compañeros que ya renunciaron y en esos casos las rutas que cubren con dos choferes ahora las hace uno solo”, anotó.
A pregunta expresa sobre si en sus años de trabajo como chófer de urvan había vivido una situación similar, el trabajador destacó: “No fue cualquier cosa fueron tres compañeros y aunque solo hubiera sido uno, en 20 años de servicio nunca habíamos vivido algo así”.
Desde la mañana del miércoles 9 de agosto, policías del estado resguardan algunas bases de urvan, como la de la ruta Los Ángeles en que ocurrió el ataque del pasado lunes.
De manera paralela al resguardo de los cuerpos de seguridad, los choferes han tomado sus propias medidas.
«Tenemos un grupo de WhatsApp y cuando suceden casos de este tipo nos avisamos y paramos, no le hacemos a héroe”.
A pesar del miedo y la muerte de sus compañeros, destacó también que varios de sus compañeros retornaron a su trabajo, ya que las cuentas impuestas por sus patrones, así como las necesidades de su familia no se pagaran solas.
“Si tenemos que arriesgar un poco, porque todos tenemos necesidades y hay que comer”.