* Dicen pertenecer a Los Tlacos y difunden fotografías en los que aparecen armados
* Relacionan a los líderes de la CRAC-PF con la guerrilla de los 90s
REDACCIÓN/SNI
CHILPANCINGO, GRO.
Dos indígenas reportados como desaparecidos por el Consejo Indígena y Popular del Estado de Guerrero (CIPOG) fueron exhibidos en un video colgado en redes sociales, aparecen sin playera, con las manos aparentemente atadas hacia la espalda y la mirada fija hacia la cámara, aclaran que son sicarios y no jornaleros migrantes, también acusan a los principales dirigentes de la Policía Comunitaria de Rincón de Chautla de entrenar niños, para ya de grandes mandarlos “a la boca del lobo”.
La jornada del viernes 18 de agosto, el vocero del CIPOG-EZ, Jesús Plácido Galindo denunció la desaparición de tres indígenas originarios de la comunidad de Zacapexco, perteneciente al municipio de Chilapa de Álvarez.
Se trata de Nicolás Rodríguez Díaz; Marcelino Hernández Tecorral y Ángel Villalva Salvador, quienes dijo, eran jornaleros migrantes que regresaban de trabajar del estado de Sinaloa.
Explicó que ellos llegaron a la terminal de autobuses de Chilpancingo alrededor de las 07:00 horas, después se trasladaron a la base de urvans que van hacia la Montaña baja y después se perdió la comunicación con ellos.
El sábado por la tarde, el CIPOG-EZ, junto con integrantes de la Policía Comunitaria de los Pueblos Fundadores (CRAC-PF) iniciaron un bloqueo en la carretera estatal que va de Chilapa hacia José Joaquín de Herrera, en Hueycantenango, para exigir la búsqueda de sus tres compañeros desaparecidos, pero además demandaron que se investigue el asesinato cometido otros dos activistas, ocurrido el domingo 13.
El bloqueo se instaló en Alcozacán, permanenciendo hasta la tarde de este lunes 21 de agosto.
Exhiben a dos de
los desaparecidos
La mañana del lunes 21, en redes sociales fue colgado un video en el que aparecen solamente dos de los tres indígenas reportados como desaparecidos.
Están sentados en el piso, tienen las manos hacia la espalda, no tienen camisa y siempre miran hacia la cámara que los graba.
El primero que se presenta es Ángel Villalba Salvador, quien señala que es originario de Zacapexco y aclara: “No venimos de Sinaloa, venimos de Río Balsas, somos sicarios de Los Tlacos”.
Luego complementa Nicolás Rodríguez Díaz, quien secunda la precisión en el sentido de que no llegaron de Sinaloa, enseguida agrega que ambos fueron enviados a Nuevo Balsas por órdenes de los dirigentes de la Policía Comunitaria de Rincón de Chautla; David y Bernardino Sánchez Luna, además del dirigente del CIPOG-EZ, Jesús Plácido Galindo.
“Ellos fueron los que nos mandaron a apoyar a Los Tlacos a pelear contra La Familia Michoacana, nos regresábamos porque nos mataron un compañero el 8 de agosto, venismos rajados, venismos a descansar por cinco dìas y también a regresar con más gente porque nos están dando en la madre”, señala el que se identificó como Nicolás Rodríguez.
En la exposición, ambos coinciden en que los hermanos Sánchez Luna entrenan a jóvenes y niños, para que una vez que “están grandes” los mandan “a la boca del lobo”.
También aseguran que localidades como Tula, Alcozacán, Zacapexco, Ayahualtempa y Xochitempa, tienen presencia de células relacionadas con la delincuencia.
A los hermanos Sánchez Luna los señalan de pertenecer al Ejército Popular Revolucionario (EPR) y luego al Ejercito Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), grupos que tuvieron acciones de alto impacto en la década de los 90s.
“En julio de 1996 emboscaron a los militares en la comunidad de El Ahuejote, entre Chilapa y Tixtla, en 1998 emboscaron otra vez a los militares en la comunidad de Tepozonalco, entre Chilapa y Atlixtac, en 1992, en diciembre emboscaron a los judiciales en la comunidad de Alcozacán”, señalan.
En el mensaje, de manera reiterada piden a la poblaciòn no dejarse engañar, además, acusan a los dirigentes de la CRAC-PF de utilizar los apoyos del gobierno de Guerrero para comprar armas y cartuchos, para entrenar a jovenes y niños.
Con el video se dieron a conocer fotografías supuestamente obtenidas de los celulares de los dos detenidos, en los que aparecen vestidos con ropa camuflada y portando armas de uso exclusivo del Ejército Mexicano.
